SAN BENITO ABAD (OTRA PERSPECTIVA), EL CERRO DE ANDÉVALO - HUELVA

La ermita de San Benito Abad es una de las más importantes de la provincia de Huelva. Late en el centro de la provincia, repartiendo historia y folclore, en un precioso paisaje del gran Andévalo, esa comarca generosa llena de matices, cuajada de recursos naturales, esa tierra a caballo entre la tradición y la devoción, ubicada entre la Sierra y la Tierra Llana de Huelva, en territorio de dehesas, de minas y yacimientos arqueológicos, de molinos, de ermitas y de costumbres ancestrales. Ya su toponimia viene de Endovélico, dios celtibérico prerromano de la salud, protector de la tierra y la naturaleza, especialmente los bosques.
En el centro de esta encantadora comarca se encuentra El Cerro de Andévalo, municipio que debe su nombre a la pequeña elevación en cuyo regazo se asentó el primitivo núcleo de población, en el amplio espacio denominado Campo de Andévalo. Y es precisamente en el término municipal de dicha localidad donde se encuentra la impresionante ermita de San Benito Abad. Esta ermita, construida en honor de San Benito Abad o San Benito de Nursia, se encuentra situada al suroeste de la villa de El Cerro, a unos veinte kilómetros (por carretera) de la misma, muy cerca de la pedanía cerreña de Montes de San Benito, en el primitivo sitio de Los Mármoles.
Iniciamos estas imágenes partiendo junto a un viejo olivo. Desde lo alto de su copa observamos la fisonomía de esta espectacular ermita, de aspecto rústico. Aunque la primera fecha documentada, gracias a unos pleitos entre el duque de Medina Sidonia y el reino de Sevilla, es de 1435, probablemente sus orígenes se remonten a la etapa de la repoblación de la zona (segunda mitad del siglo XIII) por la Orden de Santiago. Algunos apuntan a la posibilidad de que fuese priorato de esta Orden medieval en sus orígenes, pues ésta seguía las normas de vida de San Benito (de Nursia), considerado el iniciador de la vida monástica en Occidente. También se cree que se convertiría en un lugar de culto para grupos dispersos de pastores trashumantes que llevaban allí sus ganados.
De lo que no cabe duda es que esta ermita mudéjar ha sufrido bastantes modificaciones a lo largo de los siglos, mejorando y aportando esplendor. El aumento del fervor y las nuevas necesidades de la Hermandad de San Benito Abad han hecho inevitable el cambio en la fisonomía de este peculiar templo.
Con un precioso marco azul del cielo vamos a ir descubriendo suavemente los encantos de esta ermita. Nos dirigimos a la encalada espadaña, con campana, que remata la fachada de la iglesia. Esta espadaña presenta un porte clásico con frontón triangular y remate con cruz de forja. Desde su cima podemos observar el amplio y precioso espacio paisajístico vestido de verde en el que se ubica la ermita. Vamos recorriendo su tejado, cubierto por un cuidado manto de rojas tejas árabes, así como apreciar una imagen panorámica de la ermita.
Por un vano rematado en arco que da acceso al interior de la ermita, podemos observar el Patio de Caballo, un pequeño patio que es la antesala de la iglesia. Nos detenemos unos momentos para apreciar las figuras geométricas que decoran el suelo de este patio y deleitarnos con la preciosa fachada de la iglesia, con portada clásica en ladrillo y un solo vano.
Obviamente una ermita que acoge una romería dota sus exteriores de un recinto romero. Desde lo alto de la espadaña oteamos las encaladas casas del recinto romero de San Benito Abad, rodeado del verde de una exuberante primavera. En una privilegiada situación, el lugar es espectacular, impregnado de un denso halo de sincretismo religioso.
Vamos a descubrir la belleza de su fachada principal, una especie de claustro exterior con subportales que recorren todo el largo de la ermita y la casa colindante. Precisamente en una de las modificaciones se tocó parte de la sacristía, haciendo una vivienda que es utilizada por el ermitaño. La chimenea y una antena parabólica simbolizan el uso de esta vivienda.
Cada primer domingo de mayo y desde 1667, se viene celebrando en este recinto la romería más antigua de la provincia de Huelva, la Romería de San Benito Abad en El Cerro de Andévalo.
Queremos agradecer para la obtención de estas imágenes la colaboración y la compañía de Manuel Jesús, el ermitaño, que a su vez manda recuerdos a su familia.
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