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Nuestra visita a San Pedro de Macorís fue una experiencia memorable. Se inició con un estimulante trayecto por la autopista, donde los vehículos transitaban a gran velocidad, generando un sonido rítmico que se fundía con el entusiasmo de la aventura que se aproximaba.
Al llegar a la entrada de San Pedro de Macorís, nos recibe este letrero con una alusión a la obra “Hay un país en el mundo” de Pedro Mir, un recordatorio del patrimonio literario de la República Dominicana.
Este letrero no es un simple cartel, sino una obra de arte en sí misma, con el nombre de “San Pedro” ingeniosamente escrito en varias pelotas de béisbol.
Cada pelota parece contar su propia historia, evocando imágenes de partidos emocionantes y aplausos estruendosos en el estadio Tetelo Vargas.