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SEGUIDILLAS MANCHEGAS. Coros y Danzas de Lorca
SremFolkFest-2023, Sremska Mitrovica, Serbia
Испанский фолк. Spain folk
Las manchegas,1o seguidilla manchega, son una música, canción y baile popular propios de La Mancha (España) declarados Bien de Interés Cultural con la categoría de bien inmaterial. Originadas en el siglo xv en la actual Castilla-La Mancha, son una de las principales manifestaciones del folclore musical español. Se bailan y se cantan en fiestas como la Feria de Albacete.
Para iniciar el baile, el hombre se pone frente a la mujer, colocándose las parejas a uno, tres o cuatro pasos unas de otras. La introducción es enteramente instrumental y con un número variable de compases (tres o cuatro) y sirve de preludio o aviso a los bailarines, que esperan con una pose elegante el comienzo del baile, generalmente las mujeres con las manos en las caderas o una mano en la cadera y la otra extendida a lo largo de la saya, y los hombres con las manos en las caderas o cogidas a la espalda.
Los cantores empiezan a entonar el primer verso de la copla, los bailadores se ponen en actitud de baile y dan una vuelta a modo de salida para comenzar los diferentes pasos y coreografías.
Tras la tercera ejecución de la copla, un acorde de tónica pone el punto y final a la seguidilla, con el característico «bien parao», (posición de desplante o cierre que adopta la pareja de danzantes al finalizar cada copla) en que deben quedar completamente inmóviles ocupando el lugar en que se hallaban al comenzar. Seguidamente vuelven a empezar y lo repiten todo, otras dos veces más.
La seguidilla, en cuanto a baile, desde antiguo ha cumplido su función de baile de divertimento, como así lo atestiguan diferentes cronistas. La seguidilla, en un principio literaria, después musicalizada, y más tarde coreografíada o bailada, debe su nombre a lo seguido de sus coplas y de su música.
Es una de las piezas instrumentales, cantadas y bailadas, más antiguas y genuinas de cuantas ha mantenido la cultura y tradición oral castellana; las seguidillas son uno de los bailes de pareja más antiguo y genuino de España.
La seguidilla manchega, música, canción y baile popular de ritmo vivo y alegre es una creación genuina de La Mancha y, aunque no hay documentación fidedigna de su primitiva estructura musical, se conservan las letras en las que se vislumbra la índole del ritmo. Éste es ternario (tres tiempos, uno fuerte y dos débiles) y movimiento animado, con acompañamiento de guitarras, bandurrias y laúdes, aunque también instrumentos de percusión como el almirez, panderos, panderetas, botella de anís con llave. Dentro de la región manchega el baile de las seguidillas tiene diferentes variantes pero su ritmo siempre es rápido, de mucha viveza.
La seguidilla puede ser simple o compuesta. La simple consta de cuatro versos con rima asonante en el segundo y en el cuarto, quedando sueltos los versos primero y tercero; la compuesta es la que va seguida del estribillo. En resumen, la métrica de la seguidilla manchega es muy sencilla, cada copla se puede componer de cuatro o siete versos. Si su composición es de siete versos se divide en dos partes; la copla propiamente dicha que comprende los cuatro primeros versos, y el estribillo o estrambote, compuesto por los tres últimos, que pueden complementar el sentido de la copla. El segundo verso rima con el cuarto, y el quinto con el séptimo. Los versos primero, tercero y sexto son de siete sílabas y segundo, cuarto, quinto y séptimo pentasílabos.
El amor, como no podía ser de otra forma, es el tema más tratado en las seguidillas. Pero también se tratan otros asuntos del vivir cotidiano: es muy variado el repertorio de seguidillas dedicadas al matrimonio y al ritual de la boda, también se tratan los celos, los desengaños y amores frustrados, la exaltación de la belleza, las ausencias. Después del tema amoroso, quizás sean las seguidillas jocosas, llamadas popularmente «picantes», las más numerosas. Existen multitud de seguidillas que satirizan todas las materias, objetos y pensamientos, siendo muy populares y características por abundar en ellas una recámara y socarronería frecuentes.
La seguidilla manchega es un importante testimonio cultural, cuyo arraigo en Castilla-La Mancha está demostrado con las numerosas personas que participan en las actividades organizadas por la Federación Castellano-Manchega de Asociaciones de Folclore.
El valor cultural y etnográfico de la seguidilla en Castilla-La Mancha en el pasado, y su presencia como elemento vivo en la actualidad, está incrustado y pervive en los grupos de folclore, en las fiestas de los pueblos, en los colegios y escuelas de música y danza, y en diferentes actos festivos y culturales de Castilla-La Mancha, siendo multitud sus ejecutantes.