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1. No puedes tener miedo
Tienes que comerte tus miedos y no que ellos te coman a ti.
El miedo te paraliza y así no puedes avanzar. No puedes conformarte a cómo estás viviendo tienes que seguir adelante.
2. Aprender a desarrollar quietud
Quedarse quieto en una situación de desesperación o cuando ves que tus enemigos vienen a tu alcance como le paso al pueblo de Israel debe ser muy complicado pero no es imposible.
El afán es el peor enemigo de nuestras promesas.
Todas las promesas de Dios siempre se han hecho esperar.
Ejemplo: Abraham y su hijo, David y su reinado, Ruth y su redención, etc.
Si no aprendes a esperar, no podrás conquistar.
Solo con la ayuda del Espíritu Santo puedes desarrollar la quietud.
3. Tener una visión de fe
Cuando Moisés le dice al pueblo “observen”, lo que les está diciendo es «miren a través de los ojos de Dios y ahí verán salvación».
Mirar a través de Sus ojos es tener una visión de fe. Solo teniendo esa visión, uno puede soportar los momentos más desérticos y difíciles.Si superas tus miedos, esperas con quietud y miras el desierto o dificultades con fe.