Sin límites

Si nosotros creemos en ellos, ellos aprenderán a creer en si mismos.
Siempre la gente me pregunta si tengo miedo. Claro que tengo miedo, pero como no se trata de mi sino de ellos, no dejo que mis miedos limiten sus sueños y sus ganas de vivir y experimentar la vida.
Y aunque yo abajo esté temblando de miedo, ellos desde lo alto están viendo la vida cargados de emoción y alegría.
Están aprendiendo que no hay límites y que tienen el poder de tomar sus propias decisiones e incluso el valor para hacer cosas a las que yo nunca me atrevería, como volar en un paracaídas.
Porque todos somos diferentes y aunque yo no le tengo temor a los retos sobre tierra firme, me aterran las alturas. Me da adrenalina ir en contra de lo establecido y he luchado desde el día que nacieron para que vivan sin límites reclamando su derecho a ser parte y sepan que pueden lograr todo lo que quieren y que su voz cuenta. Qué absurdo sería decirles que no pueden cuando ellos saben que si.
Yo aquí desde el suelo los miro y los celebro, y honro lo parecidos y diferentes que son a mi. Y cuando los veo abrir sus alas, los veo a ellos sin límites ni etiquetas. Emir & Yaya.