A mí se me presento él enemigo como un bulto negro y lo prendí por el cuello y lo reprendi en él nombré de Jesús y se comenzó cómo un remolino hasta que quedó cómo un cuero negro y comencé sobre el a pisotearlo y le dije estás vencido en él nombré de Jesús y desapareció la gloria y él poder son de mi señor Jesús