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SOLIDARIOS con Venezuela desde Puerto Rico /TENIENDO la empatía , Las Olimpiadas 2024
Solidaridad con Venezuela desde Puerto Rico: Empatía y Justicia en Tiempos de Crisis
Desde las cálidas tierras de Puerto Rico, extendemos un abrazo solidario a nuestros hermanos venezolanos, quienes viven una de las etapas más difíciles de su historia reciente. La empatía es la brújula que nos guía en este camino de apoyo, reconociendo el dolor y la lucha de un pueblo que ha sido sometido a las injusticias de un régimen autoritario. El dictador Nicolás Maduro ha robado la voz del pueblo, reteniendo el poder a través de elecciones fraudulentas y manteniendo a la población en una constante represión.
Mientras Venezuela enfrenta esta oscura realidad, el mundo se prepara para celebrar las Olimpiadas 2024, un evento que simboliza la unión y el espíritu deportivo global. Sin embargo, incluso en estos escenarios de alegría y competencia, surgen controversias que dividen opiniones y sacuden creencias. Este año, la comunidad LGBTQ+ abrió el espectáculo con una representación artística que ha generado fuertes reacciones, ya que algunos la consideran una denigración de la Última Cena y un ataque a las religiones.
En este contexto de polarización y debate, es crucial recordar que la libertad de expresión y el respeto a las diferencias son pilares fundamentales de cualquier sociedad democrática. La misma libertad que defendemos para nuestros hermanos venezolanos es la que permite a todos, sin importar su orientación sexual o creencias religiosas, expresarse y ser visibles en espacios globales como las Olimpiadas.
Nosotros, desde Puerto Rico, nos mantenemos firmes en nuestra solidaridad con Venezuela. Alzamos la voz para denunciar la injusticia y apoyar la lucha por la libertad y la democracia. Al mismo tiempo, defendemos el derecho de todos a expresarse y a ser respetados, reconociendo que solo a través de la empatía y el diálogo podemos construir un mundo más justo y equitativo.
Que nuestras acciones reflejen nuestro compromiso con la justicia, y que nuestros corazones permanezcan abiertos para comprender y apoyar a quienes sufren, tanto en Venezuela como en cualquier rincón del mundo. Juntos, con empatía y solidaridad, podemos hacer la diferencia.