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¿Pero qué es el “Paseo de San Isidro” y porqué desfilan yuntas decoradas en esa celebración?
El “Paseo de San Isidro” es una celebración donde se venera a San Isidro Labrador, Santo Patrono de la agricultura y a quien se dedican plegarias para las buenas cosechas. Justamente la gente del campo participa en un desfile que tiene lugar durante el paseo, lleva sus yuntas y las decoran con moños, papel, china, flores y otros materiales.
¿Cuándo comienzan las fiestas de San Isidro, cuánto duran y cómo se viven los días de celebración?
A partir del 15 de mayo, fecha en la que la Iglesia católica celebra al Santo. Desde la madrugada comienzan los festejos cuando los “mayordomos” -hombres que aportan dinero y van conduciendo la celebración- y los “locos” - hombres que llevan ropa de mujer y van saltando y animando a la gente- van a las casas que tienen santos y les cantan las mañanitas, les llevan cirios y flores. Después, por la mañana se hace una procesión en cada barrio y todas se juntan en la parroquia para bendecir sus reliquias y para pedir por las buenas cosechas. Después de la misa se van a casa de cada uno de los anfitriones, donde se vive una fiesta, la gente bebe, baila. Durante la fiesta, incluso, se ven mojigangas celebrando en medio de papeles picados multicolores.
Después de estas fiestas hay una pausa que representa el tiempo de espera entre la siembra y la cosecha. Las celebraciones para San Isidro Labrador continúan en junio cuando llega el advenimiento de la celebración del Espíritu Santo, conocido popularmente en Metepec como “Pentecostés chiquito”. Es entonces cuando se celebra “El paseo de San Isidro” -conocido también como “Paseo de la Agricultura” en las últimas décadas-, que son dos días de fiesta donde, mayordomos y locos visitan nuevamente a quienes tienen imágenes del santo, recogen semillas que les dan en diferentes casas y a cambio ofrecen antojitos. Con las semillas que recolectaron y con animales y adornados se dirigen a la plaza principal para unirse a un desfile que combina lo chusco con bailes y cuetes. Es aquí donde se ven las yuntas adornadas, aunque ahora se ven más tractores y carros alegóricos. Esta fiesta termina cuando los mayordomos esparcen por los pies de una figura de San isidro las semillas que recolectaron previamente, esto para augurar buenas cosechas.
¿Cuál es el origen de la celebración?
San Isidro Labrador es el Santo Patrono de Madrid y de la Agricultura, se le atribuye una vida humilde como campesino junto a su esposa. En México los franciscanos que se asentaron en Metepec, Estado de México, implantaron el culto a este Santo aprovechando que los pobladores llevaban una vida agrícola. Al sentirse identificados con San Isidro los indígenas de Metepec comenzaron a venerarlo, a rendirle culto y a pedirle prosperidad en sus cosechas.
Hasta el día de hoy los habitantes de Metepec festejan a San Isidro. A pesar que la localidad ya no es totalmente agrícola como en el pasado, siguen teniendo un gran apego hacia él y continúan con las celebraciones agricultoras. Cada año conmemoran a san Isidro, durante mayo y junio con ofrendas, fiestas, desfiles y misas.
Esta celebración surgió gracias a la religión que fue importada en México pero que los antiguos pobladores de Metepec adaptaron a sus ancestrales ceremonias de petición de lluvia. De este modo, las fiestas populares de San isidro Labrador son un sincretismo que se sigue observando hasta nuestros días.
Finalmente podemos entender de qué se trata la pieza de Arte Popular presentada al inicio. Es una yunta de barro que conmemora las fiestas agrícolas que comenzaron el 15 de mayo en Metepec, residencia de su creador: El Gran Maestro Óscar Soteno.
En conclusión, el arte popular, es un reflejo de las tradiciones, la historia, la cultura y los modos de vida de los pueblos. Es también un reflejo de las formas en que las comunidades trabajan alguna técnica artesanal específica. En este caso, la yunta de Óscar Soteno es una pieza que guarda la historia de la evangelización de Metepec, donde los franciscanos impulsaron la veneración de un santo.
Atrás de la pieza se encuentra, de igual modo, un sincretismo del catolicismo y las ceremonias prehispánicas de petición de lluvia. Por otro lado, la yunta de Soteno comunica toda una tradición de celebraciones populares acompañadas de desfiles, rezos y bailes. Por último, la pieza de barro es testigo del oficio alfarero que el pueblo de Metepec ha desempeñado desde tiempos ancestrales y que artesanos como Óscar Soteno y su familia preservan hasta nuestros días.