Muchísimas gracias. La visibilidad lo es todo en el velado mundo de las marginalidades. Reclamarnos como enteras, sanas, válidas y normalizar nuestras diferencias para acallar los monstruos de la ignorancia que deriva tantas veces en violencia y miedo. Soy activista lesbiana, soy madre, tengo 46 años y nunca había oído un relato actual en primera persona sobre intersexualidad. Vivo en Galicia y aquí no tenéis voz. Así que muchas, muchísimas gracias.