Qué interesante... Seguramente voy a ver esta peli antes de fin de año. Gracias por tu trabajo!
@veriscabanas4 жыл бұрын
“The post” es un de mis películas favoritas
@manadhayounchaara4 жыл бұрын
Buena película.
@javierdieguez63544 жыл бұрын
Primero, un honor.
@ignaciocanceraguilar12114 жыл бұрын
Los medios de comunicación necesitan no solo independencia editorial, sino también hechos que se puedan probar, convicción, valentía y dinero para enfrentarse a un poderoso (multinacional, gobierno, etc) cuando te ponen una demanda judicial. Convicción para estar seguro de la información, valentía para dar el paso de ir al pleito y dinero para pagar las costas judiciales. Hoy en día es más fácil conseguir dinero porque puedes promover crowdfunding desde las redes sociales para afrontar los gastos.
@antoniootero-unbuencaminan78404 жыл бұрын
The Post es una película en la tradición de la factoría Steven Spielberg, productor y director además de coguionista, quien muestra una maestría de madurez complicada de conseguir, en su facilidad aparente, con ese equilibrio entre escenas familiares e intimistas y otras de acción y frenesí (la música es insoportable sin silencio y la acción marea sin una pausa en su ritmo ), que dibuja un mundo de contraste entre lo femenino y lo masculino, en la configuración de los roles habituales de la sociedad norteamericana de 1971. Las mujeres se retiran de la mesa cuando los hombres empiezan a hablar de política, Kay Graham se va con ellas, pero es reclamada por sus obligaciones. Una mujer que ha heredado un negocio a pesar de su sexo, y que termina siendo admirada en las escalinatas del Tribunal Supremo. Los americanos siempre adorarán a los empresarios, forma parte de su tradición cultural. En sus films más conocidos y exitosos, Spielberg acostumbraba a caer en el flirteo con el gusto adolescente para ganar la taquilla. Tenía entonces juventud y necesidad de labrarse un nombre. Aquí sabe dosificar acción y reflexión sin abusar del azucarero sentimental. Naturalmente paga el tributo obligado al aire contemporáneo, tan dado a acentuar lo femenino como factor exclusivamente positivo por contraposición a lo masculino. Hay algunas escenas muy destacables , como el comienzo, con imágenes de Vietnam mientras suena “ Green River “, con esa letra tan adictiva ( Take Me Down Where Cool Water Flow...- esos ríos que van a dar a la mar, que es el morir...). Mi favorita es una escena de ascensor, en solo treinta segundos se sitúa la acción en un tiempo preciso sin necesidad de mencionar el año. Se habla como de pasada de un secuestro de avión, que tuvo lugar en 1971 en USA. El único secuestro de aeronave en territorio de Estados Unidos cuyo autor, que saltó en paracaídas en pleno vuelo con el botín, no fue nunca apresado, y ni siquiera identificado. Se sugiere sin mencionarlo expresamente la independencia de Bangladés de Paquistan, que tuvo lugar en ese 1971, precisamente. Es decir, una noticia doméstica y otra internacional se citan en una conversación informal de ascensor, como de pasada, para dibujar el panorama. Es una cronografía elíptica y narrativa de alto vuelo. También aparece la mención del desastre del dirigible Hindenburg en 1937, que se paseó por los cielos de Manhattan antes de caer derribado por la tormenta en Nueva Jersey, y nos habla así de la edad de ese personaje de origen armenio interpretado por Bob Odenkirk, ( grandísimo actor ), quien dice estar a punto de jubilarse, y que pudo presenciar, o acaso oír hablar de la tragedia en su infancia. El dilema personal de Kay Graham ( Meryl Streep - posiblemente la mejor actriz del cine norteamericano en su historia- ) entre sus obligaciones profesionales y su lealtad personal al político amigo McNamara, bosqueja muy bien el panorama de un tiempo pretérito de colusiones entre prensa y poder político, que deja muchos huérfanos nostálgicos de la era periodística del papel. Spielberg no puede evitar expresar, ni quiere, sus simpatías, muy en la línea de Hollywood, y de Meryl Streep además, por las administraciones demócratas, contraponiendo las figuras de JFK y Nixon, como ahora se hace con las de Obama y Trump. No es difícil seguir el rastro de tantas patrañas y sapos como ha tragado la prensa posteriormente, como el supuesto arsenal nuclear de Sadam Husain en Irak, pues aquella guerra de Vietnam fue la última en la que los periodistas se colaban hasta la cocina y tenían acceso directo al frente, y algunos personajes del espectáculo de entonces, como Sammy Davies Junior, o como Jane Fonda, muchos años antes de casarse con Ted Turner, fundador de CNN, visitaban a los soldados en el frente para manifestar su oposición a la guerra. Poco que ver con esas imágenes de ahora, mudas e intemporales, en blanco y negro, a vista de dron, sobrevolando objetivos antes de destruirlos en modo videojuego. Spielberg maneja con sabiduría todos los resortes técnicos, planos secuenciales y contraplanos simultáneos, travellings horizontales y verticales, mini zooms ( la cámara se acerca sigilosamente mientras Ms Graham sopesa en segundos al teléfono si publicar o no la información, como vivenciando el proceso mental mediante el movimiento focal ), o la conversación multimodal a varios interlocutores en una época pretecnológica en lo digital. Una película, como tantas otras, que hubiera sido imposible rodar ambientada en el presente, cuando bastaba ir a la cabina más cercana para obtener una línea telefónica segura, no pinchada. Como estamos en Washington las carreras se hacen a pie en lugar de las habituales persecuciones automovilísticas. Y ese lema tan elocuente en el frontispicio del New York Times, “ the news that’s fit to print “, jugando con la polisemia de lo ajustado, conveniente y apropiado. El cuidado acento bostoniano de Meryl Streep para encarnar a su personaje. El personaje interpretado por Tom Hanks, Ben Bradlee, sirve de contrapunto al hilo narrativo, y muestra muy bien el triángulo bosquejado por la ley, la información y el capital. Los jueces/abogados, los periodistas y los accionistas/asesores. Es posiblemente el mayor mérito de la pelicula, el esbozo del campo y las reglas de juego, para terminar donde empieza el archiconocido Watergate...Pero esa es otra historia, como se dice en los cuentos. Eso es Spielberg, un maestro de la narración que siempre deja su firma con escenas de admiración pública, sea Schilinder despidiéndose de sus trabajadores o Kay Graham bajando las escalinatas entre las novias y hermanas de quienes estaban jugandose el pescuezo en Vietnam. Por cierto, curioso que ningún presidente con edad para ello, ni Bill Clinton, ni George Bush, ni Donald Trump, hayan combatido en Vietnam cuando el servicio militar era obligatorio, solo John McCain, que perdió en 2008 contra Obama, fue a la guerra, y vivió un calvario como prisionero, cuando miles de contemporáneos la padecieron o se tuvieron que exiliar en Canadá. Naturalmente la película irradia el habitual optimismo norteamericano y la complacencia histórica en la cita de los padres de la patria. Empieza con una derrota moral ( Vietnam ) y termina con el éxito de los valores norteamericanos. Esa abominación puritana de la mentira que describe tan ajustadamente a la cultura americana. No se le puede pedir a Spielberg que se traicione, ni a sí mismo, ni al espíritu de su país.
@oscarvidalstudio4 жыл бұрын
Para un mensaje asi, mejor hazte un canal tu mismo....
@antoniootero-unbuencaminan78404 жыл бұрын
Gracias por tu piropo involuntario y tu consejo gratuito, Oscar. Lo consultaré con mi nieto. Los alicantinos aficionados a la comida japonesa y a la filosofía han aportado muchos azulejos al mundo.
@ignaciocanceraguilar12114 жыл бұрын
Kate Graham a ojos del siglo XXI era una feminista de verdad, así lo refleja la película. Se hizo valer en un momento crítico ante accionistas que tenían menor confianza en ella (en comparación con su difunto marido) por el hecho de ser mujer
@onanua4 жыл бұрын
Prensa libre: precioso oxímoron.
@felixperezdeoviedo4914 жыл бұрын
Hice un trabajo sobre esto en la uni jeje
@carlosmanueldiaz5314 жыл бұрын
Desde que los periódicos españoles se cubrieron con el famoso "salimos más fuertes" me parecen papel mojado y los ojeo con total desconfianza, a veces ni los abro, van directamente a la papelera.
@KLopeK74 жыл бұрын
Soy de Steven y no soy sospcheoso pero ha faltado decir cosas de la panfletaria escena feminista de Meryl Streep bajando por las escaleras o el tonito antiTrump muy claro.
@sanchezens4 жыл бұрын
No te preocupes eso no podría pasar en España y menos con la prensa que tenemos últimamente. Todos están vendidos por la publicidad ya sea del gobierno o de las empresas del IBEX.
@lmarmota10334 жыл бұрын
Guapo
@elizabethvictoriabor4 жыл бұрын
El WP hoy es otra máquina de propaganda. Para eso sirve la prensa, propaganda
@gonzaloc8554 жыл бұрын
¿Qué tal un contracorte de Hearst y el Maine?
@derri304 жыл бұрын
A ver q nos trae FDV.
@SyamuNekoSan4 жыл бұрын
Ahora el WAPO es un instrumento para la cultura de la cancelación, se ve que esa película envejeció mal
@Alfredo5ra4 жыл бұрын
Es un peliculón. A ver cuando sacan una así sobre los GAL, etc. Nunca.
@mvillanoc4 жыл бұрын
Un periódico en Venezuela actualmente solo sirve para madurar aguacates...
@takezomiyamoto13904 жыл бұрын
Para q sirve? Preguntaselo a los pesos pesados del medio: Sirve para hacer dinero ayudando a otros a conseguir sus objetivos ideologicos y propagandisticos.
@SyamuNekoSan4 жыл бұрын
Ahora el WAPO es un instrumento para la cultura de la cancelación, se ve que esa película envejeció mal