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"TRUENO EL CABALLO INDOMABLE". HISTORIA INFANTIL PARA NIÑOS.
En un valle escondido entre montañas, vivía un caballo salvaje conocido como Trueno. Su pelaje negro relucía como la noche, y sus crines largas ondeaban al viento. Era fuerte, rápido, y, sobre todo, indomable. Nadie en la comarca había logrado montarlo, ni siquiera acercarse mucho a él. Los aldeanos decían que Trueno era el espíritu libre del valle, y que el día que alguien intentara domarlo, el caballo desaparecería para siempre entre las sombras del bosque.
Muchos jinetes de las aldeas vecinas llegaban al valle, atraídos por la fama de Trueno, pero cada uno volvía con historias de fracaso y asombro. Trueno siempre lograba escaparse, cruzando ríos, saltando barrancos, y adentrándose en los lugares más inaccesibles.
Un día, llegó al pueblo una joven llamada Sofía. Su mirada era tranquila, y su corazón, sereno. A diferencia de los demás, no traía cuerdas ni pretensiones de domar a Trueno. Solo quería verlo correr. Decidida, al amanecer caminó hacia el campo donde solía verse al caballo y se sentó en una piedra, esperando.
Horas pasaron y, finalmente, Trueno apareció a lo lejos. Al principio la miró con desconfianza, acostumbrado a que los humanos intentaran atraparlo. Pero Sofía no se movió; solo lo observaba en silencio. Intrigado, Trueno se acercó poco a poco. Finalmente, la dejó estar allí, con él, sin intentar nada.
Día tras día, Sofía volvía a la misma piedra, y con el tiempo Trueno empezó a confiar en ella. Una mañana, el caballo se acercó hasta estar a su lado. Sin pensarlo demasiado, Sofía alargó la mano y tocó suavemente el cuello del animal, sintiendo la calidez de su fuerza.
No hubo cuerdas, ni riendas, ni necesidad de palabras. En esa conexión silenciosa, Trueno comprendió que no estaba siendo domado. Simplemente había encontrado alguien que respetaba su libertad. Aquella mañana, Sofía y Trueno cabalgaron juntos, no como jinete y montura, sino como dos almas libres corriendo al viento. Y desde entonces, siempre que Sofía lo deseaba, Trueno la buscaba para correr juntos bajo el cielo abierto del valle.