Un hombre rico iba a una cita y se tropezó con una limpiadora en el restaurante.Pero cuando vio...

-Sí, tienes razón. Sólo nos atormentamos mutuamente. No deberíamos habernos casado, nuestros padres insistieron... Buena suerte a ti también. Tal vez encuentres a tu verdadero amor... Pero no has olvidado a Mariana en todos estos años, aún la amas, siempre lo sentí. Era como si fuera invisible entre nosotros. Probablemente por eso las cosas no funcionaron entre nosotros.
respondió Sebastián irritado:
-No hables de Mariana, te lo ruego. Sabes, es un tema doloroso para mí... Bueno, me tengo que ir, ¡ya tengo bastante que hacer en el trabajo! No hables mal de mí, ¡adiós!