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“Las mascotas pueden morir”. Así lo sostienen los veterinarios, angustiados por la entrada en vigor del Real Decreto 666/2023, de 18 de julio, por el que se regula la distribución, prescripción, dispensación y uso de medicamentos veterinarios. Esta normativa ha generado una situación de incertidumbre sobre cuál debe ser la forma adecuada de actuar para garantizar tanto el bienestar de los animales como la salud pública.
La realidad cotidiana es que animales que necesitan atención urgente ven comprometida su salud porque las normativas actuales atan las manos a los veterinarios, priorizando la burocracia sobre la práctica médica.
Por ejemplo, tu mascota enferma de repente. Tiene fiebre, deja de comer y está decaída. Corres al veterinario esperando respuestas rápidas. Pero, en lugar de recibir tratamiento inmediato, te encuentras con retrasos porque la normativa de medicamentos exige trámites burocráticos interminables antes de poder administrar un antibiótico que podría salvarle la vida.
Estos es lo que denuncian los veterinarios de todo el país que ya está ocurriendo.
También denuncian que los políticos no contaron con ellos a la hora de elaborar la Ley 7/2023, de 28 de marzo, de protección de los derechos y el bienestar de los animales, ni tampoco el Código de Protección y Bienestar Animal de noviembre de 2024.
Nos lo cuentan con todo detalle y máxima preocupación Ana García y Sergio López, veterinarios en ejercicio y amantes de los animales, en representación de un movimiento nacional que acoge a autónomos, pequeños empresarios o trabajadores del ámbito del cuidado de los animales, que se ven a sí mismos luchando contra un gigante que los ve a ellos como a hormiguitas.
No nos comportemos peor que los animales y hagamos lo posible entre todos para solventar este caos veterinario
Sin veterinarios no hay mascotas. Luchemos por el verdadero bienestar animal.