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Cada Cuaresma, como viene siendo habitual desde hace ya veinte años, tiene lugar en la Parroquia Nuestra Señora de la Encarnación un Viacrucis claustral a Jesús atado a la Columna.
El pasado día 1 de marzo, un numeroso grupo de hermanos acudieron a la cita, dirigida por nuestro nuestro Arcipreste Rvdo. D. Francisco González Gómez. Mucho silencio e ilusión, en una tarde majestuosa, donde la seriedad que nos caracteriza quedó marcada en este vigésimo aniversario de nuestra sección.
El reloj marcaba este viernes las 20:00 cuando comenzó a sonar la primera pieza musical, tras el rezo de la primera estación. La Capilla Musical de la Banda de nuestra Archicofradía, se encontraba bajo el coro, del cual acompasaron con sus marcha cada una de las 15 estaciones con una acústica maravillosa que nos ofrecían desde tal magnifico lugar.
El templo enmudeció. Pocas veces el silencio, interrumpido por los cánticos y las lecturas de las estaciones del Vía Crucis, expresó tantos sentimientos. Poco a poco Jesús Atado a la Columna se mecía en sus andas, llevadas por 20 portadores, encabezada por el guion de nuestra Corporación, dos ciriales y el estandarte de la sección junto al grupo de acolitos.
En relación al Vía Crucis en sí, las quince estaciones fueron leídas por varias hermanas de nuestra Archicofradía, incluyendo unas palabras tras la lectura de cada estación, y que fueron extraidas del Viacrucis por la Iglesia perseguida, el calvario del siglo XXI. Son muchos los testimonios que tenemos de nuestros hermanos perseguidos por su fe hoy, en numerosos países del mundo.
Hoy, en muchos lugares del mundo, la humanidad en general y los cristianos en particular están viviendo un auténtico via crucis: la guerra, el terrorismo, la persecución religiosa, la pobreza extrema. Con ellos está Jesús, condenado a muerte, cargando con la cruz, sufriendo y a la vez consolando a los oprimidos.