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Con mucha ilusión os comparto un trocito del nuevo video para seguir celebrando mis #33añoscantando acompañada de grandes músicos y amigos con la/os que he tenido la suerte de cantar durante todos estos años.
Tenía muchas ganas de grabar esta canción junto al queridísimo Jero Castellà que, además, la toca maravillosamente bien con este increíble instrumento que es el Chapman Stick.
También me hacía mucha ilusión cantar una canción de(l cantautor catalán) Lluís Llach, que tanto escuché de niña, y cantar en mi preciosa lengua materna.
Una auténtica oda a la Vida, como ésta, debe hablar de la muerte como parte intrínseca de ese infinito proceso de impermanencia que Ella es.
La siento muy adecuada para finalizar este tremendo año de muerte, vida, renacimiento, despedidas, duelos, renovación, reinvención… que nos ha tocado vivir a cada una/o en uno o más aspectos de nuestra vida, tanto si queríamos como si no.
Mis estrofas preferidas de la canción son la primera y la última. Espero que os guste el final de la canción. Abajo os dejo la traducción de la letra al español.
Barcelona, 23 de diciembre de 2020
Navina Soler, voz
Jero Castella, chapman stick
JeroSound, grabación audio
Grabación y edición de video casera
www.cantarlavida.com (Navina Soler)
www.jerocastella.com (Jero Castellà)
TRADUCCIÓN DE LA LETRA
(He retocado algunas palabras porque al estar hablando en "primera persona" he preferido adaptarla al género femenino)
Quizás me dejen las palabras
o quizás me dejéis vosotros
o solamente los años me pongan
a merced de alguna ola,
a merced de alguna ola.
Mientras todo esto me llega,
que a la fuerza ha de llegarme,
quizás tenga tiempo aun
de robarle a la vida
y así llenar mi bagaje.
Mientras todo esto me llega… ¡Vida, vida!
Todavía veo a veces
a veces veo todavía
mis ojos de niña que buscan,
más allá del hielo del vidrio,
un color a la tramontana.
Me han dicho las voces sensatas
que es inútil cansarme,
pero a mí un sueño nunca me cansa,
y a pesar de los cabellos grises
soy niña en la mirada.
A veces veo todavía… ¡Vida, vida!
Si me hago vieja en las palabras,
si me hago vieja en las palabras
por favor cerrad la puerta
y huid de la añoranza
de una voz que ya se apaga.
Que a mí no me tiene que hacer pena,
que a mí no me hará ninguna pena
e iré de rama en rama
para escuchar aquello que cantan
nuevos pájaros de mi paisaje.
Que a mí no me tiene que hacer pena…
¡Es vida, vida!
Si la muerte viene a buscarme,
Si la muerte viene a buscarme
tiene permiso para entrar en casa,
pero que sepa desde ahora que
nunca podré amarla.
Y si con ella debo irme,
y si con ella debo irme
todo aquello que de mí quede,
sean gusanos o sea ceniza
o un acorde de mi viaje,
Quiero que tengan este signo... ¡Vida, vida!