Рет қаралды 2,737
Conferencia enmarcada el en Foro de Filosofía Organizado Por Nueva Acrópolis en España: www.nueva-acropolis.com/foro-...
Plutarco nos dice que ambas divinidades compartían oráculo en Delfos, de manera que, durante los tres meses de invierno, el peán de Apolo dejaba paso al ditirambo de Dioniso. Su importancia, además, era muy similar, siendo adorados como las dos caras de una misma moneda de la cual, Apolo, representa el fuego que unifica y asimila todo en el todo, mientras que Dioniso representa la manifestación de esa unidad que adopta todo tipo de formas, estados y apariencias diferentes. Estas dos divinidades nos ayudarán a realizar una búsqueda de nosotros mismos. Estos dos arquetipos son aplicables con independencia del género, pues representan la complementariedad de los aspectos contrapuestos de la vida.
Juan Manuel Faramiñán Férnandez-Fígares
Abogado en ejercicio y profesor universitario. Licenciado en Derecho por la Universidad de Granada, Doctor en Derecho por la Universidad de Jaén y Doctor en Filosofía por la Universidad de Granada. Autor de Un Ideal para Europa y El Fausto de Goethe: Análisis simbólico y filosófico, entre otras publicaciones relacionadas con la Filosofía y el Derecho.
SOBRE EL FORO DE FILOSOFIA "CONÓCETE A TI MISMO"
La Organización Internacional Nueva Acrópolis, desde su nacimiento, ha impulsado la filosofía como una necesaria reflexión y un compromiso con la vida. Ella es el motor más completo que nos puede situar ante nosotros mismos para ayudarnos a conocernos y realizarnos como seres humanos.
Cuando nos planteamos preguntas tales como ¿Quién soy? ¿de dónde vengo? y ¿a dónde voy? todo ser humano está tratando de pasar del mero impulso de supervivencia biológica a la necesidad de reconocer un sentido de la vida, de atesorar una experiencia, y de proyectarse hacia un futuro que quiere construir.
Cuando nos vemos a nosotros mismos como seres que guardamos un maravilloso potencial, aún por desarrollar, es cuando comenzamos a pasar de la condición de “víctimas” de las circunstancias y el mundo, a “aprendices” y “constructores” de nuestra propia historia.
Por estas y otras razones es que hemos querido retomar, de los sabios griegos, la vieja sentencia de:
Conócete a ti mismo.