Todo ese territorio dicen los ecuatorianos que les pertenece, porque el padre Lucero era natural de Quito y las primeras Misiones evangelizadoras provenian de Quito. Desde entonces las autoridades virreynales de Lima poco interés le daban a la Amazonía; Quito queda muy lejos sin embargo llegaron hasta Lagunas los Jesuitas Quiteños, en fin.