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PRESENTACIÓN OFICIAL DEL SÉPTIMO DISCO DE VIRUS EN ESTADIO OBRAS SANITARIAS DÍAS VIERNES 20 DE N0VIEMBRE Y SÁBADO 21 DE NOVIEMBRE DE 1987.EN ESTE VÍDEO FEDERICO MOURA INTERPRETA SUTIL Y GLAMOROSAMENTE ¿QUE HAGO EN MANILA? TEMA DE SU TERCER DISCO "AGUJERO INTERIOR". Tras una gira por Chile en enero de 1987, la banda se tomó un descanso y los músicos viajaron a Brasil. Allí se desvincularon de CBS y firmaron para RCA por 250.000 dólares y tres discos. El grupo se quedó en Brasil para grabar su siguiente disco. Por entonces la salud de Federico empezó a flaquear; mientras grababan el disco descubrió que tenía neumonía. Lo que había sido un plan antiestrés (grabar en Brasil), terminó siendo lo más estresante del mundo. Terminamos el disco a las patadas; todos los valores se cambiaron de un día para el otro."
"En ese disco se nota nuestra paz interior y al mismo tiempo muestra un clima muy denso por lo de la enfermedad."
"Llegamos a Río cada uno en la suya, sin saber qué estaba pasando, y en medio de la grabación supimos qué pasaba," recuerda Julio. "El disco no fue buscado ni pensado intencionalmente. Se dio como se dio, creo que muy bien. Refleja con claridad ese momento. Terminarlo fue muy duro. Como no era necesario que se quedaran todos, los chicos se volvieron y me quedé yo con Federico. Grabó las voces después de la neumonía. Estaba todo terminado y había que ponerle las voces. El ya se había enterado de lo que tenía. Cantó muy bien, pero por momentos no podía, yo tenía que determinar hasta dónde, tirarle la onda de si estaba bien o mal, si lo dejábamos para otro día, y eso era difícil porque él se ponía mal si a mí no me gustaba algo y le decía 'Esperemos hasta mañana, o al revés: si yo le decía 'Está bien', y él sabía que podía hacerlo mejor. Para los dos fue muy fuerte, él cantó como los dioses. Verlo del otro lado de la pecera fue una de las cosas más lindas. Después ya entró en una nebulosa. Federico se moría y todo lo demás pasaba a otro nivel, tenía otro precio, otro sentido. Sin culpar a nadie y sin culparnos a nosotros, creo que Superficies es una obra que quedó... no sé cómo explicarlo con palabras... Quedó sellado un momento histórico del grupo."
Todos los miembros de Virus coinciden en describir este disco como el más denso de su historia. "'Las cosas se alejan de mí...', 'Apocalipsis...' emotivamente eran de una densidad intolerable...," asegura Marcelo. "Un sentimiento puro, tan elevado que era insoportable, tan puramente fuerte como la vida. No había ningún otro valor, no había espacio para ningún materialismo ni especulación, era una sobredosis de vida que superaba. Te daban ganas de ir a tu casa a ver dibujitos animados. Pero por sobretodo se mantuvo la fortaleza. Hubiera sido muy comprensible decir 'Se terminó todo, basta, largamos', pero existió la entereza necesaria para decir 'Bueno, es un sentimiento como los que siempre nos han movido a componer, hagamos las cosas en función de ese sentimiento'. Ver a Federico cantando 'Las cosas se alejan de mí' fue algo muy enriquecedor, ahí te das cuenta del valor real de cada cosa. Y por otro lado era absolutamente angustiante, confundía."
Según Jacoby, el tema del disco se relaciona con "las bifurcaciones, el azar, la desorganización y reorganización del mundo de manera tal que uno no sabe qué es lo que puede pasar, la intervención de elementos insospechados... Era una época en la que yo leía mucho a un químico que se llamaba Illya Prigogine, que después ganó el Premio Nobel. El tipo trabajaba sobre la teoría del caos y la imprevisibilidad de los cambios posteriores. Yo doy esta explicación sobre lo que no se lee, lo que puede ser la fuente de inspiración, pero en realidad todas estas canciones son muy personales, tienen que ver con un momento de mi vida muy fuerte, de cambios muy grandes."
Superficies de placer fue mezclado en Nueva York, y editado en septiembre de 1987.
A fines de ese año, Federico volvió a encontrarse con Luca Prodan. Estaba caminando por San Telmo, buscando antigüedades para decorar su nueva casa. Luca lo acusó de consumista por mirar vidrieras de anticuarios, y Federico se molestó mucho. Le dijo: "Luca, ¿vos siempre tenés una pálida para tirar? Dejame tranquilo". Y estuvieron a punto de agarrarse a trompadas. Más tarde Federico comentaría: "Se sintió un poco mal, porque yo nunca contesto cuando me dicen cosas... Creo que un poco el problema lo tenía él... A mí no me molestaba él... Si bien nunca fui un devoto de su música, le respetaba un montón de valores auténticos. Y la banda, por momentos, era fantástica, lograba climas de rock'n'roll muy auténticos, creativos. Creo que él, tal vez, era demasiado prejuicioso para la imagen pública que tenía. Supuestamente tendría que haber estado de vuelta de tantas cosas."