Рет қаралды 9
Ser una persona compasiva es un privilegio. Implica tener la capacidad de identificarse con el sufrimiento ajeno, no solo a nivel sentimiento, sino a reaccionar a ese sufrimiento como si fuera propio.
Es acompañar, derramando aceite sobre la herida, aceite que puede significar recursos económicos, solidaridad, tiempo, amistad, en fin, cualquier necesidad que podamos descubrir en otra persona.
En el evangelio según san Mateo, encontramos a Jesús dándonos una cátedra de compasión y lo que esta implica.