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Jaime Martínez, Global Sales Manager, Energy & Utilities.
Lo primero que diría es que no solo es importante la identidad de las personas. En el mundo energético, en el contexto de la operación, es muy importante tener en cuenta la identidad de las cosas y ello lo demuestra el incremento exponencial en el número de dispositivos conectados a las redes OT.
Está claro que ello requiere dotarse de mecanismos sólidos de gestión de identidades. Así, en el ámbito de gobierno de la gestión de identidad, la mayoría de las energéticas cumplen con nota. De hecho, tienen programas de gobierno de la identidad específicos para OT y separados de la IT.
En cuanto a multi factor, muchas utilizan este mecanismo como el más seguro frente a lo que sería la autenticación moderna. Y, en el caso de las cuentas privilegiadas, hay una pequeña curva de mejora. En la gestión de las cuentas privilegiadas, más de la mitad de las empresas encuestadas no realiza una gestión particular de estas, sabiendo de los riesgos sobre ese tipo de accesos privilegiados. Por último, en relación con los accesos a los enclavamientos o a las instalaciones energéticas, vemos que se están llevando a cabo mecanismos de acceso tradicional. Entonces aquí sí que hay una pequeña ventana de evolución para ir hacia tecnologías digitales basadas en biometría u otras técnicas disruptivas.