Campo de sueños (1989) de Phil Alden Robinson (El Despotricador Cinéfilo)

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Yo durante mi adolescencia adoraba las entregas de los Oscars (las grababa en VHS y luego las volvía a ver una y otra vez) y también me gustaban los comentarios de los tertulianos de TVE. Pues bien, a pesar de ser un adolescente en la entrega de los Oscars de 1989 me sentí tremendamente ofendido como cinéfilo pues habría como 6 ó 7 tertulianos (aún a día de hoy casi 35 años después me acuerdo que algunos de ellos eran Rosa María Mateo, Gurruchaga, Carlos Saura y Carmen Rico Godoy). Y me sentí tremendamente ofendidos porque absolutamente todos estaban en contra del cine americano y de los Oscars criticando todo con odio, desdén y prepotencia de gafapastas progres de la época. Y yo pensaba: ¿no se dan cuenta que la audiencia de los que estamos viendo esto de madrugada es porque amamos el cine y los Oscars al menos en esa época? Pues bien, jamás olvidaré el comentario de la pseudointelectual Carmen Rico Godoy que dijo que “Campo de sueños” era pura basura y no sé cuantas más burradas acerca de ella. Y a partir de ese momento si ya la película me gustaba bastante me acabó gustando mucho más porque llevar la contraria a dicho personaje significaba estar más que acertado. Yo desde el primer día que la vi me pareció una historia capriana total, una fábula quizás algo sensiblera pero bienintencionada que deja un buen sabor de boca. Ah, y por cierto, cuatro años después cuando Andrés Vicente Gómez (productor de “Belle epoque” y marido de Carmen Rico Godoy) fue a los Oscars me pareció repulsivo ver en la alfombra roja a la hipócrita Carmen disfrutando como una colegiala histérica sonriendo y emocionada de todo el evento después de haberlo parido años antes sin parar. Ay, si es que progres e hipocresía van unidos de la mano.