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En el corazón del Líbano, donde los naranjos florecen al pie de las montañas cubiertas de robles, la apicultura se ha convertido en una tradición que conecta generaciones
Bajo la dirección del apicultor Hussein Jradi, un equipo comprometido trabaja incansablemente en la mejora y detección de líneas genéticas de abejas, asegurando la producción de miel de la más alta calidad, junto con polen, jalea real y propóleo, todos procesados bajo estrictos estándares.
Gracias a los avances y al cuidado en cada etapa del proceso, los productos apícolas libaneses no solo mantienen una calidad excepcional, sino que también preservan la biodiversidad local. El equipo de Jradi está comprometido con promover la apicultura no solo como una actividad económica, sino como un estilo de vida que ha sido transmitido de generación en generación. Su labor es un puente entre el pasado y el futuro, inspirando a nuevas generaciones a valorar y continuar esta noble actividad en armonía con la naturaleza.
Este proyecto no solo fortalece la apicultura en el Líbano, sino que también resalta su importancia como una práctica sostenible, impulsando el desarrollo rural y apoyando la conservación del medio ambiente.