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De chico uno puede tener una visión romántica o idealizada de la guerra, ascéptica. Pero... ¿cómo cambia todo cuando uno se topa con esa realidad en carne propia?
Los muertos ya son reales. ¿Y qué hacer ante eso? ¿Seguimos con la venganza? ¿O los honramos dialogando, negociando, y llegando a un acuerdo donde se reemplace el Todo o Nada por algo intermedio que beneficie a la mayoría?
Alejandro Diego nos cuenta cómo desarrolló esas habilidades a través de su historia personal, y cómo trabaja para solucionar el conflicto con diálogo permanente. Soy un orgulloso descendiente de la Hispanidad bien entendida.
Toda una familia hacia arriba que me dio lo que soy, y me preocupo de transmitir no sólo a mis dos hijos sino a todos los que me rodean.
Por suerte me morí a los 20 años en la guerra de Malvinas, con lo cual pude disfrutar todo lo que me propuso el destino, y mi voluntad, el resto de mi vida.
Por suerte también, tengo cercanía a Jesús, la Virgen, Mamá Antula, lo que me facilita creer en la Verdad.
Todo lo que hago lo hago porque me gusta. No me preocupo por el dinero. Viene solo, cuando disfrutás lo que hacés.
Vivo en Pacheco, pero mi espíritu sigue y quedará en Recoleta, donde nací.
Mi Alma Mater son el Colegio La Salle, la Universidad de Buenos Aires y Techint.
A nivel personal, no tengo muchos objetivos, ya completé muchos. Me preocupo ahora por hacer crecer o dar testimonio a los que pueda serles de ayuda.
Entré en Techint antes de recibirme de Ingeniero Industrial en la UBA, y fui creciendo en una empresa de la que estoy orgulloso haber pertenecido 25 años, y aportado lo que pude. Me fui para cambiar de vida, y en cierto modo la cambié, pero desde otro lugar, donde estoy ahora.
Objetivo hacia adelante es seguir creciendo en lo que hago, y sobre todo hacer crecer a mis colaboradores.
Pero mi mayor objetivo, que no es ni personal ni profesional, sino totalmente abarcativo, es lograr que el conflicto de Malvinas se resuelva de una manera lógica, aceptable para todos, y que todos obtengamos un poco, sin seguir en la tesitura del Todo o Nada, que hasta ahora sólo nos trajo Nada. Espero verlo, y si no, al menos sembrar la semilla.
El logro más grande que tuve fue haber decidido ser monógamo con Valeria, hace 25 años, conocer la mitad que me faltaba, y para siempre. Y tener dos hijos fabulosos, mejores de lo que hubiera imaginado.
Y a lo largo de la vida haber llegado a ser como Roberto Carlos, con un millón de amigos por los que me preocupo y disfruto verlos.
Tengo varios hobbies, como navegar a vela, trekking, tenis, dar charlas, viajar con mi familia, cabalgar en la montaña, y últimamente producir o participar en películas.
Mi mayor habilidad es la de resolver problemas complejos, que involucren relaciones de personas pero también temas legales o técnicos. Anticiparme al futuro, teniendo siempre varios planes en función del contexto cambiante. This talk was given at a TEDx event using the TED conference format but independently organized by a local community. Learn more at www.ted.com/tedx