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Madrid, 30 oct (efesalud.com). El doctor Carlos Macaya Miguel, jefe del servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, nos explica en este vídeoblog el funcionamiento intervencionista en una Sala de Hemodinámica, laboratorio que cumple una doble misión: "Diagnosticar con exactitud la enfermedad cardíaca, como pueda ser un infarto agudo de miocardio, y tratarla con urgencia, precisión y eficacia para que el enfermo recupere todo el vigor de su sistema cardiovascular en pocos minutos".
Una sala o laboratorio de hemodinámica tiene aspecto y ambiente de quirófano; y debe de estar bien comunicada con la Unidad Coronaria y el quirófano de Cirugía Cardíaca.
El intervencionismo se desarrolla en un espacio cómodo para el movimiento de los diversos aparatos tecnológicos y del personal sanitario, y tiene que estar separado de la sala de control y monitorización por cristales de seguridad contra la radiación.
Tiene que disponer, además, de dispositivos móviles, como un monitor desfibrilador, una camilla especial para balón intraaórtico (BCIA), etc.
En la sala de operación, cuenta con iluminación, diferentes monitores de visualización del cateterismo, electrocardiograma, pantallas de observación de las variables fisiológicas del enfermo y, sobre todo, dispone de rayos X muy especializados para este tipo de intervencionismo, equipo situado por encima y debajo de la camilla del paciente cardiológico, posicionado para que el sistema consiga las mejores imágenes de su corazón (coronariografía).
"El procedimiento, inicialmente, es un procedimiento diagnóstico. Se observan los problemas del corazón a nivel de sus arterias o de sus válvulas, incluso del corazón como bomba o motor -informa-. Se denomina cateterismo, técnica que usa tubitos muy finos de plástico con formas especiales para estudiar la patología cardíaca.
"El catéter, con la forma adecuada al objetivo de la exploración, se introduce por una de las arterias radiales a nivel de la muñeca en los brazos o por una de las arterias femorales a nivel de la ingle en las piernas y se conduce por su interior hasta el corazón", explica el doctor Macaya.
Previamente, al paciente se le ha inyectado contraste en su corriente sanguínea material de yodo o sulfato de bario que se elimina de manera natural que ayuda a distinguir y diagnosticar la dolencia cardíaca.
"Deja ver el recorrido de la sangre durante dos o tres segundos y así podemos ver la morfología y funcionamiento de las arterias coronarias. Vemos las obstrucciones -y señala un engrosamiento en la pantalla-, como pueda ser la de la obtusa marginal. Una parte de la arteria mantiene un grosor normal y otra parte de la misma, también, pero entre esas dos partes hay una estrechez u obstrucción causante del problema", expone.
Una vez efectuado el diagnóstico a través del cateterismo cardíaco, se aprovecha la ocasión, si es necesario, para proceder a una intervención que vuelva a dar luz sanguínea a la arteria afectada por ateroesclerosis o por un coágulo de sangre.
"Con otro tipo de catéteres, de un tamaño algo mayor, se penetra de nuevo hasta la arteria coronaria afectada y se corrige el engrosamiento o estrechez de la luz arterial con una angioplastia, que desatasca la zona dilatando la arteria con un balón especie de globo que se hincha y deshincha o colocando una malla metálica o 'stent' con fármacos que mantiene la fluidez permanente de la arteria", dice el Dr. Carlos Macaya.
En las Salas de Hemodinámica, además de tratar las arterias coronarias, también se estudian las válvulas cardíacas, "incluso las intervenimos, las dilatamos, suprimimos obstrucciones o las sustituimos por otras artificiales o biológicas de última generación", señala.
Las Salas de Hemodinámica tienen, por tanto, una doble función: primero, diagnosticar con precisión cualquier enfermedad del corazón; segundo, y quizá más importante, tratar la patología cardíaca para que el paciente abandone el laboratorio con su corazón funcionando a pleno rendimiento.
Por ejemplo, en los infartos agudos de miocardio (IAM), tan graves y prevalentes en nuestra sociedad consumista, donde los pacientes se encuentran entre la vida y la muerte, las Salas de Hemodinámica consiguen identificar rápidamente la arteria obstruida. El cateterismo abrirá la arteria y el enfermo sentirá un gran alivio inmediato; el flujo sanguíneo vuelve a dar vida al corazón.
"Las Salas de Hemodinámica de los hospitales cumplen una misión fundamental a la hora de tratar con gran eficacia los infartos agudos de miocardio, para lo que es necesario llevar al enfermo lo antes posible a una de estas salas y resolver su problema lo antes posible", asegura el jefe de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
REPORTAJE: "Angioplastia con el Dr. Carlos Macaya": goo.gl/mnyx9x
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