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Lo que estaba pasando era tan grave que nos dice el versículo 10 que Jesús llamó a la multitud para que se acercara donde él se encontraba y les dijo: Oíd y Entended. Estas son dos palabras muy importantes ya que todo lo que Jesús iba a decir a continuación requería de una atención consciente y plena. Les iba a comunicar una verdad espiritual importante y tenían que estar atentos a cada palabra. No podían quedar como simples palabras. Tenían que ser comprendidas, entendidas, recibidas, absorbidas. Tenían que oír las palabras y sobre todo entender el mensaje y la aplicación que iba con ellas.