Problema del «Asno de Buridán»

[@richardguillermomacielcorn1801]

Gracias por el tema , su exposición y con ello facilitar una perspectiva nueva y / retomada para la comprensión de la Teoría del Cierre Categorial..!! Desde Salta , República Argentina .

[@antoniogarijo7623]

Muchísimas gracias. Nos hace comprender y aprender. Un saludo atento desde Málaga-España

[@mtbmetal8106]

Cuando uno va a comer a un restaurante, pongamos un menú entre semana, tiene tres primeros y tres segundos para elegir, no una constelación infinita de platos a seleccionar... Todas nuestras elecciones se encuentran limitadas a las posibles relaciones existentes entre el individuo operatorio y el objeto seleccionable: hablar de un libre albedrío, entendiendo este como un universo infinito de opciones, no es más que una fantasía que no responde a los límites que aparecen en las relaciones entre individuo y seleccionable. Toda selección está determinada por estos límites relacionales.

[@manueljoseblancamolinos8582]

Si hay que escoger un número natural si que tenemos una colección infinita.

[@mtbmetal8106]

@@manueljoseblancamolinos8582 Que los números naturales sean infinitos, no significa que las posibilidades de conocimiento de estos, y por tanto de elección, lo sean. En la práctica, los números a los que tenemos acceso son finitos, pues la infinitud de estos es inconmensurable. Así, de nuevo nos encontraríamos limitados a la relación entre números naturales y el individuo selector. Eso sí, aunque exista un límite para esta selección de números, las posibilidades son enormes.

[@flecha696]

Con el ejemplo que das obviamente se deriva la conclusión que sacas. Ahora bien, ello no excluye que resulta simplista y tramposa dicha analogía. Analizando más allá de la simple forma, sería imposible que ese mismo plato sea idéntico todas las veces que lo pidas. Es un insulto a la inteligencia. Será siempre distinto, hasta el infinito. Habrá distintas cocciones, proporciones de ingredientes, el ingrediente tendrá una composición distinta, etc. Lo mismo aplicado a TODO lo que se te ocurra. Lo que comentas de limites relacionales, es ridículo. Somos 8.000 millones de personas en el planeta, hay infinitas posibilidades de relación y, por si fuera poco, unas afectan a otras. Es todo infinito y cambia constantemente, lo mismo entre dos personas, ya ni digamos entre miles de millones. Todos los ecosistemas están en continuo cambio, el cambio es sinónimo de la infinitud de opciones que hay. Y así podemos estar toda la vida poniendo ejemplos sobre ello. En cuanto al asno, quizás no elige ninguna. Eso da igual.

[@mtbmetal8106]

@@flecha696 Un insulto a la inteligencia, como dices, es sustantivar diferentes elecciones (la de diferentes menús, pongamos en diferentes días) como si fuera una sola, que es el ejemplo que tú quieres presentar. "La Selección" (las mayúsculas no son casuales), como hipóstasis, es un delirio idealista. Elegir es un acto singular: cada vez que voy a comer a ese restaurante hago una nueva selección, que está límitada a los tres platos que se presentan en la carta (y en todo caso a no elegir ninguno de los tres e irme con la tripa vacía del restaurante, si quieres). E incluso aunque todos los días esos tres platos fueran los mismos, nada cambia esto respecto a la singularidad del acto de seleccionar. Sobre el resto de tu comentario, me remito a lo que respondí a mi comentario que justo cuelga encima del tuyo, y que aquí repito: "Que los números naturales sean infinitos, no significa que las posibilidades de conocimiento de estos, y por tanto de elección, lo sean. En la práctica, los números a los que tenemos acceso son finitos, pues la infinitud de estos es inconmensurable. Así, de nuevo nos encontraríamos limitados a la relación entre números naturales y el individuo selector."

[@Trompicavalas]

Esto solo es una paradoja en un universo determinista pero no en un universo cuántico. El asno de Buridan es equivalente al gato de Schrödinger. El Asno en ausencia de un observador comería a la vez de ambos montones, pero si alguien observa al asno lo vería comer de alguno de los dos. 8 - ) Lo anterior es una broma, pero solo lo es en parte, porque de hecho bajo los modelos cuánticos de partículas no existen situaciones de equilibrio estable y estático tal como se entienden en la mecánica clásica. Hay que recordar que la mecánica cuántica surgió ante la imposibilidad de explicar el comportamiento de los electrones en los átomos mediante equilibrios estáticos de la mecánica clásica. Se puede decir que la mecánica cuántica aparece para resolver una paradoja similar a la del asno de Buridán pero con un electrón a igual distancia de dos cargas positivas Esto además puede tener interesantísimas implicaciones sobre el mundo macroscópico e incluso sobre el funcionamiento mismo de la voluntad. En el caso del asno, simplemente el concepto de fluctuación cuántica que se deriva del principio de incertidumbre aplicado sobre los electrones de los impulsos nerviosos del asno o sobre los fotones de la luz que incide sobre cada montón de heno ó sobre las moléculas del aire que transportan el aroma del heno, desencadenaría la ruptura del equilibrio y haría que el asno optara por uno u otro montón. Desde hace cierto tiempo se investiga la influencia de los fenómenos cuánticos en el funcionamiento del cerebro e incluso en la formación de la conciencia

[@manueljoseblancamolinos8582]

La paradoja no es tal. Ante posibles elecciones iguales la situación no tiene por qué ser la parálisis sino que se puede escoger cualquiera de las posibles elecciones que es lo que ocurre en la práctica.

[@juanvillar435]

Me parece una excelente observación. Y me hace pensar, que a veces complicamos más de lo necesario. Lo del gato de shroedinger , por ejemplo , siempre me ha parecido una memez. Aunque acepto que pueda deberse a mis limitaciones, claro está. Saludos

[@manueljoseblancamolinos8582]

@@juanvillar435 El gato de Schroedinguer fue una situación que propuso Schroedinguer para hacer ver lo absurdo de la idea de la superposición de estados cuántica. Lo propuso como una especie de chiste.

[@7529-n7k]

¡Excelente charla!

[@viditibi]

Una elección *racional* requiere analizar las opciones y por tanto que haya diferencias entre ellas para establecer una preferencia, pero una elección no necesita de opciones diferentes pues la decisión pie tomarse al azar o por cualquier otro mecanismo no diferencial (costumbre, ritual, indiferencia, etc)

[@21cantor]

Muchísimas gracias.

[@joanizquierdo7876]

¡Muchas gracias!

[@karloswufi]

Gracias.

[@DiegoHernandezSino]

«Libre albedrío» es una construcción errónea. Una cosa es la libertad y otra el arbitrio, la capacidad de elección. Los humanos podemos elegir la libertad (las opciones que nos hacen libres de la animalidad) o la esclavitud a la animalidad, cosa que no pueden hacer los animales, ellos sólo pueden elegir entre opciones que no incluyen la libertad.

[@karloswufi]

Espero sepan los contertulios disculpar mi atrevimiento por este razonamiento simplón. Considero que no es lo mismo la capacidad de elección entre una hamburguesa o una pizza, (como mirar el dedo que apunta en lugar de a la luna) que el libre albedrío de optar por hacer el bien o el mal.

[@andres3567]

Me considero lo suficientemente asno, como para saber que tendría que probar varias veces ambos montones de heno, para poder determinar que realmente saben igual, aún sabiendo de antemano que saben igual. Si tubiera una capacidad de raciocinio suficiente, seguramente determinaría que el más sabroso, habría sido el que probé cuando más hambre tenía. Hambre, que me habría llevado a preguntar y comprobar tantas veces qué montón es el que mejor sabe.

[@Yrrecuperable]

Bueno, Algazel escribía en árabe pero era persa