Yo soy madre en 2 fases, de la vieja escuela que todo callaba, de esas a las que les decían querías tener hijos, las mujeres aguantamos todo y una serie de condicionamientos mentales, dónde solo te hacían sentir mala madre, poca mujer y que no debía y no podía tener sentimientos, que debería ser una máquina incansable e insensible. Y de esta época donde, podemos hablar sin sentirnos mal, dónde vemos la maternidad desde un punto de vista más humano, más conciente. Sin culpas y con todo el apoyo que merecemos. Empatía necesitamos, empatía.