Рет қаралды 1,985
Se te exige, oh hombre, que mueras a ti mismo, a tu pecado y al mundo, y que lleves una vida santa e inofensiva, según el Evangelio de Jesucristo. Esto no lo debes hacer con miras a merecer nada de las manos de Dios, sino por un principio de amor a Aquel que lo hizo todo por ti y lo mereció todo, y murió para salvarte. El amor del mundo no pertenece a la nueva criatura, sino a la vieja, pues el mundo no tiene nada que dar sino honor y vanagloria, riquezas, placeres y deseos carnales; en todo esto se deleita el «viejo hombre». El hombre nuevo, en cambio, no tiene paz sino en Cristo, que es su honor y gloria, sus riquezas y su cielo.
Y como no se puede concebir nada más grande o más exaltado que la imagen de Dios renovada en Cristo Jesús, así debe ser nuestra única preocupación y cuidado el hacernos partícipes de este exaltado honor, recordando las palabras de Tauler: “¿Qué hombre, que esté dotado de razón, puede dudar ni por un momento de que Dios puede alegrar y deleitar infinitamente más el corazón de lo que la criatura corrupta e indigente es capaz de hacerlo?”
#eternallife #cielo #vidaespiritual #conociendolasanadoctrina #sanadoctrina #enseñanzascristianas #podcastcristianos