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#rodolfoaicardi #cumbia
‘Adonay’, es sin duda uno de los himnos bailables más reconocidos y queridos en nuestro país.
Grabado en 1970 e inmortalizado en la voz de Rodolfo Aicardi con Los Hispanos, ‘Adonay’ es también una de las canciones de la música tropical colombiana que más inquietudes, comentarios y chistes genera entre amigos y en las redes sociales, puesto que ese estribillo, en el que un decepcionado protagonista le reclama a su amor por haberse ido al altar con otro, aún sigue siendo la gran pregunta: “¿Por qué te casaste, Adonay?”.
La canción, compuesta por el maestro Julio Erazo, volvió a ser noticia hace menos de un año, cuando falleció Adonai Ardila Ureña, la mujer que hace más de cinco décadas inspiró una de las historias de desamor más bailadas en cada reunión familiar, en donde se arma la fiesta y cada fin de año, cuando las reuniones decembrinas convocan clásicos de la música popular como este.
Para que no te quedes con la duda sobre la decisión de ‘Adonay’ , te invitamos a que conozcas la historia real detrás de la canción, una teoría que rodeó el origen del tema musical y una curiosa coincidencia que pareciera concluir, 53 años después, un amor que nunca fue.
Discos Fuentes, uno de los sellos discográficos bajo los que se grabó la canción, recuerda la versión que durante muchos años se escuchó sobre el origen de ‘Adonay’. Según esa historia, todo comenzó con el amor imposible entre dos jóvenes: los padres de ella no la dejaron ser novia de un militar, cambiaron de residencia y ella conoció a otro hombre con el que se casó.
“Después de un tiempo, el joven se dió cuenta del hecho, y este, en medio de su tristeza decide escribir una carta en la que decía: ‘Por qué te casaste y no me esperaste’”, cuenta la casa disquera, y añade que el compositor Julio Erazo se inspiró en esas letras para crear el popular tema musical.
Adonay, ¿por qué te casaste, Adonay?
Adonay, ¿por qué no esperaste, mi amor?
Adonay, por ti se forjó mi pasión
Por ti corre siempre veloz la sangre de mi corazón
Adonay, ¿por qué te casaste, Adonay?
Adonay, ¿por qué no esperaste, mi amor?
Adonay, por ti se forjó mi pasión
Por ti corre siempre veloz la sangre de mi corazón
¿Por qué te casaste, Adonay?
Y no me esperaste, Adonay
Te sigo queriendo, Adonay
Te iré persiguiendo
¿Por qué te casaste, Adonay?
Y no me esperaste, Adonay
Te sigo queriendo, Adonay
Te iré persiguiendo
¡Oye, mulata!
Dónde te coja no te doy tiempo montar en el caballo
Jaja
Iah, iah, iah, iah, iah
Pero sé que tú te tendrás que acordar
Yo sé bien que tú no podrás olvidar
Que mis labios han jugueteado en tu piel
Que soy la mitad de tu ser
Recuérdalo bien, Adonay