Informe especial 20 años Puente Rosario - Victoria

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Los grandes protagonistas para la generación de esta obra fueron los entrerrianos: ellos lideraron la prefactibilidad realizada por las vialidades provinciales de ambas provincias(1990). El gobierno entrerriano de la época insistió permanentemente sobre el gobierno nacional con el acompañamiento de todas su fuerzas vivas, en particular victorienses. Debemos recordar al Arq. Francisco Taibi, un rosarino que fue alto funcionario del gobierno enterriano, que recorrió incansablemente los pasillos del ministerio de economía de la nación para encontrar el apoyo necesario para lanzar la obra, hasta que lo encontró en el ing R. Cruz, a cargo de la entonces Ocraba. Así fue que se realizaron varios estudios complementarios, especialmente le de tránsito para establecer el tránsito potencial de la futura conexión vial. Ambas provincial aportaron fondos ($10 millones cada una) más facilidades financieras para contribuir a la concreción del contrato de concesión que incluyó la construcción con un subsidio importante del estado nacional a la construcción. El compromiso contractual fue del estado nacional argentino, quien finalmente incorporó la conexión a la red vial nacional.

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La licitación de la obra fue un proceso largo: entre abril 1996 y principios de noviembre de 1998. El estado nacional prometía un contrato de concesión por un plazo de 25 años, con un subsidio a la construcción; la operación debía financiarse exclusivamente con la recaudación por peaje. La inclusión del subsidio estatal para la construcción en el presupuesto nacional fue una obra de consensos protagonizada por los legisladores nacionales de ambas provincias en el congreso nacional. Fue una época en la que los oficialismos fueron responsables de conducir el proceso administrativo, de los demás políticos de ambas provincias sólo se escuchaba: "¿Que podemos hacer para que la obra "salga"?". Para lograr la construcción de esta obra, casi todos sumaron, sin diferencias.

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La construcción de la conexión vial cruzando el río Paraná a la altura de Rosario y Victoria, sin duda que fue una decisión política del gobierno nacional del momento. La obra excede en mucho a Rosario y a Victoria: debería verse en un ámbito regional: unió las redes viales de Entre Ríos con el resto del país. Debe recordarse que el túnel subfluvial que conecta Santa Fe con Paraná había tenido dificultades técnicas causadas por la inundación extraordinaria del río Paraná en 1982-1983. A su vez, uno de los puentes atirantados de la conexión Zárate-Brazo Largo había tenido un accidente por rotura de tres obenques. Esta situación provocó una derivación del tránsito que utilizaba esa conexión, en particular el de cargas que debió ser derivado por AP09 (Bs. As.-Rosario), AP08 (circunvalación de Rosario) AP 01 (Rosario-Santa Fe), RN 168 (Santa Fe-Paraná) incluyendo el túnel subfluvial y RN 18 (Paraná-Concordia). La derivación inesperada del tránsito por todas estas rutas generó daños adicionales: ahuellamientos acelerados en todas estas rutas alternativas, que después debieron repararse a costos muy altos de las repavimentaciones. Así fue que, después de la rotura de un puente en Zárate-Brazo Largo, se fueron superando todas las dificultades para concluir los trámites administrativos necesarios para formalizar el contrato con la empresa concesionaria que ganó la licitación del 17 de setiembre de 1997.