Рет қаралды 136
IV Domingo de Cuaresma, Ciclo B.
“los hombres prefirieron las tinieblas a la luz”
Jn. 3, 20
Dios, en su Hijo, hizo la promesa de la vida. Promesa que sigue abierta. De ser aceptada se vivirá en la luz. Lo contrario a esa promesa equivale a la autoexclusión de la vida. A vivir en las tinieblas, de espaldas a Dios y su proyecto.
A veces, solemos estropear la promesa de vida buscando formas de poder escapar de la luz del Amor que ilumina por todos lados, viviendo a oscuras en nuestro egoísmo, en nuestro pecado, para continuar libremente haciendo las obras del mal que nos alejan de Dios y de los hermanos. ¿Puede una obra falta de luz dar vida? ¿Por qué hay personas que no han alcanzado los mínimos necesarios para tener una vida digna? ¿Por qué, en lugar de cuidar de la vida, participamos de su deterioro o menosprecio?
Como discípulos estamos llamados a Ser portadores de la luz que brota de la escucha y vivencia del Evangelio. Llamados a Practicar la justicia de Dios como equilibrio en la vida y en las relaciones con todos. Pues quien se aparta de la luz, muere.
Meditación por: Eduard Alberto Padilla Moncada, Pbro.
#1TendenciaEvangelioIVDomingoCuaresmaCicloB
#IVDomingoCuaresmaCicloB