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En la obra de David Lynch, se fusionan dos mundos distintos que generan una tensión palpable a medida que se contrastan. Los escenarios familiares adquieren un matiz extraño que los hace inquietantes: en ellos conviven lo macabro y lo cotidiano, lo moderno y lo clásico, lo contenido y lo ilimitado, creando nuevos universos que se convierten en protagonistas de sus historias. Ejemplos notables incluyen la Habitación Roja de "Twin Peaks" y la casa de "Lost Highway".
Desde sus inicios, Lynch ha aspirado a crear pinturas en movimiento, tomando inspiración del pintor figurativo Francis Bacon y compartiendo su fascinación por lo erótico y lo macabro. Su objetivo no es representar la realidad tal como es, sino sus propios recuerdos y percepciones de diversos espacios y paisajes, tanto urbanos como naturales. Esto sumerge al espectador en una experiencia inmersiva y surrealista.
Uno de los espacios más icónicos en su obra es la Habitación Roja de "Twin Peaks", que sirve como acceso de las logias a nuestro mundo. Es un espacio libre e impredecible donde cualquier cosa puede suceder, creando una atmósfera amenazante que permite a Lynch expresar libremente las emociones y el subconsciente de sus personajes.
Las líneas zigzagueantes en blanco y negro del piso, inspiradas en la masonería, representan la fluidez entre dos mundos. Sin puertas, este espacio parece infinito, con sus límites delineados por cortinas de terciopelo rojo que a su vez contienen otros espacios dentro de sus pliegues.
Se puede establecer una conexión entre las cortinas de la Habitación Roja y la pintura "Estudio del Cuerpo Humano" de Bacon, que expresa una visión nihilista sobre la fragilidad humana ante la muerte, en sintonía con la visión de Lynch.
En "Lost Highway", los terrores surgen del propio espacio doméstico, donde Lynch transforma su propio hogar en la casa del protagonista, Fred Madison. Diseñada en los años cincuenta, se ubica en los suburbios de Los Ángeles, cerca de Mulholland Drive, y representa una mezcla entre arquitectura japonesa y norteamericana moderna.
Lynch, admirador de la Bauhaus y Lloyd Wright, describe su casa como una combinación de estilos que generan espacios placenteros e inspiradores, pero que se convierten en pesadillescos en la mente del protagonista, quien evita enfrentar la realidad.
Lynch prefiere dejar que los espectadores descubran sus propios significados en lugar de revelar secretos, permitiendo que sus personajes y los espacios que habitan hablen por sí mismos. La tensión generada por la interacción entre los recuerdos y el entorno, fusionando lo real con lo imaginario, es el sello distintivo de sus películas.
Desde la casa de David Lynch, que refleja su psique a través de sus detalles y colores, Fred Madison nos confiesa al comienzo de "Lost Highway": "Prefiero recordar las cosas a mi manera, no necesariamente como sucedieron".
Te invitamos a explorar los recuerdos de David Lynch, ficcionados y distorsionados por sus espacios arquitectónicos, a través de sus películas.