LA HONRA NO PRODUCE MILAGROS porque para honrar hay que querer, y para querer hay que conocer. Si ya se conoce, no se necesitan milagros, ya que los milagros sirven para revelar y reconocer el obrar de Dios. En Juan 11:40, Jesús dice: "¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?". Esto muestra que los milagros ocurren por intervención divina y fe, no por la honra. Deuteronomio 10:21 también lo confirma: "Él es tu alabanza... que ha hecho contigo estas cosas grandes y terribles". Los milagros provienen de la voluntad de Dios, no de la honra humana.