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Dos veces al año, coincidiendo con el equinoccio de primavera y de otoño, un halo de luz solar recorre el retablo mayor del Real Monasterio de Santo Tomás, localizado en Ávila. Este fenómeno no es único y sucede en otros templos cristianos españoles cómo Santa Marte de Tera (Zamora), San Miguel de Celanova (Orense), Santa María de Obarra (Huesca) y otros tantos como la Catedral de Palma de Mallorca. Lejos de ser un fenómeno casual, parece que la construcción del templo, desde su comienzo, esta pensado para provocar estos efectos luminosos tanto con su orientación, como la exacta posición de vanos, óculos y rosetones en las fachadas. Si quieres saber porque se produce este fenómeno y en que consiste no te pierdas este vídeo.