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Tomás Luis de Victoria. Ávila, 1548 -- Madrid, 1611
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-Su música traspasa el estilo y la forma imperante en el Renacimiento.
-Su obra, estrictamente religiosa, le convierte en el más importante de los primeros maestros que pusieron música a la liturgia.
-Su mayor aspiración como músico fue lograr el mejor acompañamiento para la liturgia, estimulando la oración.
Nació en Ávila hacia 1548 y murió en Madrid, en 1611. Fue compositor y organista. La música de Tomás Luis de Victoria traspasa las fronteras del Renacimiento polifónico, su equilibrio y pureza, para anunciar ya la expresividad barroca. Formado en su ciudad natal como niño de coro, en 1565 fue a Roma para perfeccionar sus conocimientos musicales y prepararse para el sacerdocio.
En la capital pontificia ingresó en el Colegio Germánico, fundado por los jesuitas, donde recibió el magisterio de Palestrina, músico cuya influencia se dejará sentir en sus primeras composiciones. En 1569 es nombrado Maestro de Capilla de la Iglesia de Montserrat, templo oficial de la Corona de Aragón en Roma. En 1571 vuelve al Seminario Romano, donde sucede a Pier Luigi de Palestrina como Maestro de Capilla. En 1575 fue ordenado sacerdote y tres años más tarde ingresó en la Congregación del Oratorio, fundada por San Felipe Neri, donde tuvo como compañero al cantante y también compositor español Francisco Soto de Langa.Junto a Neri participa activamente en el movimiento del Oratorio, que es uno de los más activos en la renovación de la Iglesia católica después de Trento. A partir de 1585 desempeña diversas funciones litúrgicas en las iglesias españolas de Roma. Se supone que regresa a España en 1596, después de una época de frecuentes viajes a nuestro país.
En Madrid es nombrado capellán y maestro de capilla de las Descalzas Reales, al servicio de la emperatriz María, hermana de Felipe II y viuda de Maximiliano. Durante los años que ocupó este cargo, compuso pocas obras: sólo dos nuevas misas y el Oficio de Difuntos a seis voces, escrito en 1603 para los funerales de su protectora. Luego siguió como organista en las Descalzas. Murió el 27 de agosto de 1611 y fue enterrado en el propio monasterio.
La obra musical de Tomás Luis de Victoria es estrictamente religiosa, convirtiéndose en el más importante de los primeros maestros que pusieron música a la liturgia surgida del Concilio de Trento. Destaca especialmente la pulida belleza de su estilo. La mayor parte de sus misas versionan sus propios motetes, sin que escribiera ninguna sobre modelo profano. Crea un modelo más espiritual y directo, que se convertirá en el paradigma de la música religiosa católica del barroco. Su influencia en autores posteriores va a ser muy importante y algunos especialistas señalan su huella en Mozart.
Su obra más famosa es el 'Oficio de la Semana Santa' (1584), composición polifónica para todos los textos cantados desde el Domingo de Ramos hasta el de Resurrección. Despliega tan pasión mística que ha sido comparada con el aliento espiritual de la poesía de San Juan de la Cruz. Esta pasión se revela en la rica armonía de su polifonía. El empleo que hace de las armonías está más en la línea de las 'modulaciones pasajeras' que en la de los súbitos contrastes. Otra de sus características es el uso de notas repetidas como recurso casi dramático, para realzar la importancia de un pasaje o simplemente de una palabra.
Su mayor aspiración como músico fue lograr el mejor acompañamiento para la liturgia, que actuara como estímulo para la oración arropando las ceremonias. Nunca pretendió que su música fuera lo más importante del culto. Su estilo arraigó en Roma y perduró todavía cuando en el resto del mundo católico ya se destacaba el esplendor sensualista de la música barroca.