Que bien que se hable de este tema en estos espacios académicos y se vea la complejidad de esta práctica. Sobre todo en un país como el nuestro que cumple con requisitos para ser foco de subrogación como tener mujeres en vulnerabilidad socioeconómica, el vacío legal (que se espera mejore con la normatividad aunque se conoce la existencia de "mercado negro"), el valor del peso colombiano frente a otras monedas en el mundo y los precios de este servicio donde la transacción representa menos dinero, entre muchas cosas más. Lo anterior nos lleva a que desde hace algunos años países latinoamericanos, COLOMBIA entre estos, seamos objetivo de la mercantilización. Además, que se unen crisis/cierres/prohibiciones en países como Ucrania, India, Tailandia, entre otros que fueron reconocidos mundialmente por subrogación y sus problemas como "granjas maternas, fabricas de bebés, violación de derechos humanos, abandono y trata". Es mucho lo que no se ve y ya se está haciendo. Entonces, ponerlo acá, mostrarlo desde lo académico es una divulgación y un gran avance que hay más que dilemas éticos, sociales, médico, científico y jurídico. Muchas gracias y genial emplear un caso para discutir todo esto.