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En esta meditación vamos a practicar cómo podemos manejar nuestros pensamientos y emociones. Para ello vamos a imaginarlos como nubes flotando en el cielo. Los pensamientos son como las nubes, vienen y van, y tú eres el cielo.
Cuando un pensamiento o un sentimiento surge, lo que debemos hacer es nombrarlo y asociarlo con una nube, como esa nube flota y se mantiene en movimiento, podemos observar cómo poco a poco el pensamiento o sentimiento inicial se va desplazando, perdiendo intensidad y alejándose hasta desaparecer. Nuestra actitud no ha de emitir juicios, sólo tenemos que preocuparnos por dejar pasar los pensamientos y los sentimientos uno tras otro, no importa cuantos sean.
Has de tener en cuenta que los pensamientos y emociones no son buenos ni malos, simplemente lo son. No son permanentes. Debes verte a tí mismo como el telón de fondo para ellos, como ese azul infinito donde los pensamientos suceden. No estamos conectados a ellos. Recuerda que es tu elección concentrarte en ellos y dedicarle atención, puedes verlos crecer como nubes de tormenta o dejarlos pasar como nubes acariciando el cielo.
Los pensamientos son como una nube descansando sobre una colina. Entonces se van por si mismos, no has de hacer nada. Si simplemente observas, sin juzgar, criticar o comentar, obtienes el control.
Todos los materiales (audios, música e imágenes) son de producción propia, creados expresamente para este fin y con el mayor de los cuidados, ¡disfrútalos!