Renovar y celebrar experiencias compartidas, como el laboralismo, especialmente, si tuvieron relevancia para propiciar la democracia y favorecer la lucha del movimiento obrero, no sólo es oportuno, sino muy necesario en estos tiempos en que comprobamos, casi medio siglo después, que la democracia por la que luchamos no se corresponde con el sucedáneo de democracia que tenemos, que la libertad por la que luchamos no se corresponde con la de tomarse unas cañas al sol en una terracita en Madrid y que la justicia social por la que luchamos no es la de este Estado de Medioestar que padecemos. Gracias a Tomás y al resto del "equipo de producción" por haber sacado este proyecto adelante con convicción, dedicación y esfuerzo. Salud y alegría!