Bailando entre tus ojos me perdí, tu ritmo va marcando cada paso, el tiempo se disuelve en tu abrazo, y encuentro en tu latido lo que fui. Por siempre en mi vida quise hallar un alma que mi música entendiera, como un sueño que nunca más muriera, un eco eterno de querer vibrar. Tus labios son la luz en la tormenta, tu voz la melodía en mi razón, tu piel la calma que mi ser sustenta. Hoy quiero darte todo el corazón, ser nuestra historia el canto que se inventa cuando el amor se vuelve una canción.