En un verano, en Madrid de 1989 ... yo mexicana, desesperada por el calor... y por los doblajes al castellano... me fui a refugiar a una sala en donde había aire acondicionando y no estaba doblada... la vi siete veces... me gustó mucho... gracias a esta película, no sólo conocí a Byron y a Shelley, sino también a Ralph Vaughan Williams.