Salmos - 10 de Agosto del 2024

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10 DE AGOSTO
SALMO 119:49-56
«Este es mi consuelo en medio del dolor: que tu promesa me da vida» (SAL. 119:50)
El año 2020 ha marcado a esta generación. Ha generado duelo por diversas causas: pérdidas de vidas humanas, crisis económicas, convulsiones políticas, distintos tipos de abusos, entre otros.
En su búsqueda de descanso, el ser humano ha recurrido a innumerables alternativas que se convirtieron en intentos fallidos. Pero debe existir alguna fuente efectiva de consuelo. La pregunta entonces es: ¿dónde se encuentra el alivio que necesitamos frente a las dificultades de la vida?
El autor del Salmo 119 comúnmente testifica sobre su experiencia personal en sus oraciones. En el pasaje en referencia nos deja ver que había experimentado problemas, quizás depresión, seguramente miseria. Sin embargo, nos da la clave para adquirir alivio en medio de la aflicción: la Palabra de Dios. Los versos 50 y 52 lo confirman: «Este es mi consuelo en medio del dolor: que tu promesa me da vida […]. Me acuerdo, Señor, de tus juicios de antaño, y encuentro consuelo en ellos».
Al recordar la Palabra de Dios el salmista fue fortalecido. Encontró reposo en medio de su sufrimiento. La Ley de Dios vivificó su alma, lo mantuvo vivo.
Tú y yo también podemos encontrar aliento en medio de nuestras vicisitudes.
Las promesas contenidas en la Biblia traen descanso a los hijos de Dios. Las promesas de nuestro Dios son como agua en el desierto para el viajero sediento. La Palabra de Dios funge como vitamina vigorizante para el alma desnutrida por la angustia. Las Escrituras levantan al desanimado, estimulan al decepcionado, otorgan esperanza al que la ha perdido y dan vida al corazón muerto.
La experiencia de confort del salmista es un ejemplo de que Dios responde a Sus hijos que padecen tribulaciones, cuando estos meditan en las Escrituras. Afortunadamente, los cristianos ya hemos recibido el más grande consuelo por medio de Cristo. El Señor ha «cancelado el documento de deuda que consistía en decretos contra nosotros y que nos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz» (Col. 2:14, LBLA). Estando muertos en pecados, Dios en Cristo nos perdonó y nos dio vida juntamente con Él. ¡Qué alivio saber que no estaremos en el infierno por la eternidad!
En medio de la dificultad, duelo o depresión que estés experimentando hoy, recuérdale a tu alma que ya tienes victoria en Cristo. Trae a tu mente las promesas de un mundo venidero donde no habrá más llanto, ni dolor, ni clamor. Grítale a tu corazón que Dios es tu consuelo en medio de la aflicción. Espera en Él. ¡Mira hacia Él!
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SALMOS
DEVOCION VESPERTINA
Narrado por: Joyce Vejar
Desde: Arizona, USA
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[@claraperez7319]

Gracias, Les deseo un Feliz Sabado y muchas Bendiciones Para todos Hermanos.

[@marthaalfaro5272]

Infierno?