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Conversando con Salvador Agustoni antes de comenzar el recital de Tía Pelusa en Casanegra, le pregunto por qué incluyen ‘rock sucio’ en el flyer de la presentación del recital. Y él me contesta: “Nosotros hacemos rock infame”.
Salvador es un personaje que aterrizó un día en Bolívar con la misión de agitar y vitalizar el rock local. Entre otras experiencias, traía como ‘prontuario musical’ su participación como bajista en Pettinato & The Pessi-Mystics, agrupación liderada por Roberto Pettinato.
Con Los Salvadores comenzó a demostrar lo suyo: canciones propias, con el bajo y su voz al frente de la banda; con Interior Profundo, compartió voces y composiciones con Clara Tiani; y con Tía Pelusa, su actual trío con Fede Suárez en guitarra y “Lula” González Livio en batería, vuelve bien al frente a mostrar sus canciones y a moverse como lo hizo siempre, manejando el escenario sabiamente.
Se le nota a Salvador su cultura rockera, cita bandas y solistas por doquier, pero en su lista de temas no tranza: en sus recitales no hay covers.
Anoche en Casanegra los Tía Pelusa presentaron doces temas (incluyeron canciones de Los Salvadores e Interior Profundo), más dos bises.
El trío sonó impecable con “Lula” bien sólida en la batería (retomando la bata que dejó con Murió la Irma), y Fede acompañando con su viola y metiendo acertados solos cuando correspondía.
Luego de los dos bises, ‘Real’ y ‘Cabeza de pez’, los Tía Pelusa se despidieron. Ya habían avanzado los primeros minutos del domingo y nos fuimos reconfortados, recordando y parafraseando la letra de los Stones: “Es sólo rock & roll pero cómo me gusta”.