La justicia en las manos de todos | Jose Miguel Mendoza | TEDxLasAguas

[@johanandreybaron]

Excelente ejemplo y propuesta. Un poco complicada pero si es necesario recuperar la fe en la justicia.

[@herqules500]

Me parece importante señalar varios aspectos. Efectivamente, la justicia escrita y de expedientes ha colapsado y existe lo que se conoce como el retardo procesal en que los procesos se vuelven casi que eternos y los interesados no reciben respuestas. Ahora bien, cuando se habla de una justicia en las propias manos, se debe recordar que justamente la jurisdicción, es decir, el poder del Estado para administrar justicia, fue creada para erradicar la justicia por propias manos, pues, en esta última se mezclan la justicia y la venganza. Es por eso que se recurre a un tercero imparcial. El abogado del video destaca también que se dan serias dificultades cuando se trata de procesar a una persona lo cual es una realidad que también se manifiesta. Si embargo, cabe recordar que un proceso judicial es un proceso entre dos partes y que, más específicamente, el proceso penal implica una parte acusadora y una parte acusada y que los derechos y garantías de ambas son dignas de protección por el sistema. Para entender eso, se debe tomar en cuenta que no es lo mismo procesado que delincuente lo cual no siempre es visto por la víctima del hecho. Al ser así, lo adecuado viene a ser un sano equilibrio en la actuación de las partes involucradas y un mejor manejo de los recursos con que el sistema funciona. Soy de Venezuela y en mi país hay una justicia bien corrupta. Sin embargo, la constitución señala que el poder de administrar justicia emana de los ciudadanos y se imparte en nombre del Estado. Obvio, tiene que haber un sistema de justicia. Entonces, el problema no es la justicia ni que haya un sistema de justicia, sino su funcionamiento ineficiente e ineficaz. Al decirse que la justicia está en tus manos es ponerla en manos de todos y eso es un poder muy grande y el ser humano es defectuoso por naturaleza en asuntos políticos y jurídicos tanto dentro como fuera del sistema. La libertad es un concepto que se nos hace muy claro cuando se trata de uno mismo, pero que se vuelve opaco al entendimiento cuando se trata de los demás. La frase "la justicia está en tus manos" tiene un gran contenido emocional, es el grito de la victima decepcionada y es la sensación de empoderamiento que te hace ver como libre del sistema, pero no se ve que se cae en una visión anárquica de la justicia, es decir, venganza incontrolada de cualquiera y eso es el otro extremo de este tema. La sabiduría popular siempre ha dicho que los extremos o los excesos no son buenos y es por eso que el derecho busca un equilibrio en el proceso judicial. No todo es culpa del sistema, a veces las partes también manipulan a su antojo las normas e incluso a las instituciones. Lo que realmente se requiere es un profundo cambio ético para que haya una verdadera justicia que castigue al culpable y absuelva la inocente sin que la parte acusadora vea afectada su actuación en el proceso. El sistema de justicia fue creado por humanos, lo conforman instituciones integradas por humanos y deciden sobre la vida de humanos. Entonces, en una justicia anárquica cualquier humano puede afectar a cualquier otro según su variado criterio, pero en el sistema de justicia humanos sin ética pueden manipular su función e igualmente dañar. Qué se necesita entonces? Vernos primero internamente, luego ver al otro y entender en que fallamos. Mientras no se dé el cambio ético no habrá un sistema de justicia acorde, ni la venganza privada frenará la maldad humana. Al contrario, la expandirá. Entonces, no basta el llamado al protagonismo, pues, hace falta conciencia de valores éticos, democráticos y de sana administración para ser funcionarios adecuados y partes judiciales con sano litigio y así la sociedad pueda ver una justicia verdadera y oportuna. Las instituciones o la ausencia de ellas son tan imperfectas como lo seamos nosotros mismos.

[@martinacostaish]

8 minutos criticando a la justicia para decir en los últimos 10 segundos que confiemos en la justicia. Pésimo.