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La lluvia fue la protagonista de los últimos momentos de la ofrenda de flores en el día grande de las fiestas del Pilar de Zaragoza.
Una tromba de agua pilló por sorpresa a los últimos oferentes, que tuvieron que resguardarse. En pocos minutos cayeron 24 litros por metro cuadrado. Y así quedaba la plaza del pilar después del aguacero, como una auténtica balsa de agua. Los bomberos tuvieron que realizar varias actuaciones.
La lluvia también afectó a varios conciertos que tuvieron que suspenderse o empezar más tarde.
Y a pesar de que la lluvia sorprendió a los últimos oferentes de la procesión, durante todo el día el sol brilló en el centro de la ciudad lo que permitió a 275 mil personas llevar sus flores a la Virgen del Pilar para confeccionar ese espectacular manto. Una ofrenda que volvió a batir récord de afluencia con 621 grupos inscritos, 74 de ellos participaban por primera vez en esta tradición.