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EL GENDARME PRESO EN VENEZUELA Y LA RESPONSABILIDAD DEL GOBIERNO
En un año signado por la violencia hacia adentro del país, el tema del gendarme preso en Venezuela parece el pretexto para arrojarla hacia afuera.
La provocación que llega hasta la sugerencia de una guerra con ese país tanto de Bullrich como de Milei y algún otro alucinado vocero tienen detrás una campaña mediática muy potente e irreflexiva.
Lo controversial del asunto es que el gendarme Gallo, viajó con autorización oficial, entró por un lugar extraño para un viaje conectado con el tema de los exiliados en la embajada argentina y no se está claro a qué persona iba a visitar...porque dio dos versiones.
Si el lector busca el 27 de marzo de este año una nota del colega Martin Dinatale en El Cronista, encuentra el título de la amenaza de la propia Bullrich de enviar gendarmes a Venezuela para defender a los detenidos en la embajada. Ella misma avisó lo que ahora podría estar sucediendo. Peor antecedente no podía ofrecer para cualquier argentino de la gendarmería que apareciese en Venezuela.
El ingreso por el lugar, la forma, y por los dichos de la propia Bullrich, parece hacer más entendible la investigación. Es distinto entrar por Ezeiza y con una encomienda para una empresa importante, pero sin embargo once ciudadanos de Venezuela fueron apresados durante meses en Buenos Aires, vigilados como criminales.
¿Por qué un gobierno podría actuar de aquella forma ridícula del episodio del avión que le robaron a Venezuela en Ezeiza y de la otra parte no se puede investigar a un gendarme de Bullrich que amenazó hace meses con una operación semejante?
El alarde de Milei y Bullrich compromete a Gallo porque ahora Venezuela enfrenta el problema de no proceder con temor a los dichos de los funcionarios de Milei. Gendarmería es Bullrich lamentablemente y Bullrich es lo que es y se sabe.
Convertir a Gallo en un pretexto político no le hace bien al gendarme preso y Bullrich y Milei no parecen confiables para una buena negociación. Bullrich podría decir “el que avisa no traiciona”, pero tampoco se mostró demasiado astuta cuando adelantó que algo así podía suceder.