Innecesaria tanta voz en constante resonar durante toda la parte, sin contrastes, sin modulaciones...Cuánto mejor sería, que se guardara tal potencia para las partes de clímax y dejara descansar el oído, acariciándolo en el relato de lo que cuenta, debe comenzar en forma sugerente en calidad de explicada narración y no en actitud de proclama heróica, como lo hace la cantante al inicio, pues lo que dice es de sutileza dulce y aconseja una voz y actitud de pretendida ternura convincente... La cantante que sigue a la primera, modula un poco más, pero no lo suficiente, y tal parece que es una obra dramática y no romántica, ni melancólica. La segunda parte de la primera cantante, debe oír al piano más y ponerse acorde con sus acordes suaves en vez de querer sobresalir con potencia y timbrada voz potente...Dejad de regañarse una a la otra, bájenle a la intensidad. ¡Saludos!