50. El Húmero. Clase de Anatomía Humana de Gray.

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Lo siguiente es una versión de la transcripción de la clase: el húmero.
La clase detalla exhaustivamente la anatomía del húmero, el hueso del brazo, comenzando por su forma triangular y sus tres ángulos, que definen tres bordes y tres caras. Se enfoca en la superficie posterior del húmero, resaltando la rugosidad lineal para la inserción de la cabeza lateral del tríceps braquial y el surco radial, ocupado por el nervio radial y la arteria braquial profunda. Se describe cómo el nervio radial viaja desde la axila hasta el surco radial, acompañado por la arteria braquial profunda. Además, se mencionan las inserciones musculares, como el coracobraquial, y la formación de los compartimentos anterior y posterior del brazo mediante tabiques intermusculares. Se abordan las crestas supracondíleas en el tercio inferior del húmero, esenciales para la inserción de músculos y la comprensión de la anatomía del codo. En conjunto, el texto ofrece una visión completa de la estructura y las características anatómicas del húmero, proporcionando un entendimiento detallado de la biomecánica y la función del brazo.
El capítulo del húmero se articula con el radio del antebrazo y está ubicado lateralmente, proyectándose hacia adelante y ligeramente hacia abajo. Desde la vista posterior del húmero, el capítulo no es visible. Por otro lado, la tróclea se articula con la ulna del antebrazo y tiene forma de polea, dispuesta medial al capítulo. El borde medial de la tróclea es más prominente que el lateral, definiendo así una articulación en bisagra.
El epicóndilo medial del húmero es una prominencia ósea importante, siendo la principal referencia palpable de la superficie medial del codo. Este epicóndilo se proyecta considerablemente en el extremo distal del húmero y sirve como origen para músculos del compartimento anterior del antebrazo.
En contraste, el epicóndilo lateral es más pequeño que el medial y se sitúa lateralmente al capítulo. Aunque parece menos prominente desde la vista anterior, su zona de inserción se amplía considerablemente en la parte posterior, siendo el origen de músculos que se insertan en el compartimento posterior del antebrazo.
Por encima del capítulo y la tróclea se encuentran tres fosas en el húmero. La fosa radial, la menos evidente y más pequeña, se sitúa por encima del capítulo y está destinada a alojar estructuras del radio durante la flexión del codo. La fosa coronoidea, ubicada medialmente a la fosa radial y por encima de la tróclea, proporciona espacio durante la flexión del codo para evitar el choque entre los huesos del antebrazo. Por último, la fosa del olécranon, la más grande de las tres, se encuentra en la vista posterior del húmero y aloja el olécranon durante la extensión del codo.
Estas fosas permiten la movilidad completa del codo al proporcionar espacio para las proyecciones óseas del antebrazo durante la flexión y la extensión.