Antonio Eulate: filmación del acorazado Vizcaya hundido en la Bahía de Santiago de Cuba (1898)

Aunque la filmación fue recopilada en 1903, las imágenes se tomaron el 3 o 4 de julio de 1898.
Almirante Eulate: Un héroe de la Guerra de Cuba
Como muchos de los marinos españoles, Antonio Eulate y Fery nació en Ferrol. Su actuación en el combate naval de Santiago de Cuba en 1898, durante la guerra contra los Estados Unidos, está considerada como uno de los episodios más gloriosos de la Armada nacional, a pesar de que la lucha concluyó con la destrucción de la escuadra española. La flota norteamericana se ubicó en la salida de la bahía de Santiago, de forma que los navíos españoles había de salir de uno en uno y totalmente expuestos al fuego de la artillería enemiga. Eulate era capitán del crucero Vizcaya, que no dudó en enfrentarse a los estadounidenses a pesar de las diferencias entre ambas formaciones. Los buques españoles estaban construidos con madera, mientras que los norteamericanos eran embarcaciones modernas de acero con potentes cañones de largo alcance. La contundencia del ataque del buque Iowa desarboló por completo al Vizcaya, que embarrancó en unos bajos completamente incendiado. Los marinos americanos rescataron a los supervivientes españoles, entre ellos el propio Eulate, que subió a bordo del navío enemigo gravemente herido. El capitán español entregó su espada al comandante del Iowa después de haberla besado y con lágrimas en los ojos. Su colega, impresionado por el heroísmo de los españoles, rechazó la entrega del arma y envió un informe a su Gobierno en el que destacó la bravura de aquellos hombres. La gesta de la flota española alcanzó tal fama que fue citada por Winston Churchill cuando en la Segunda Guerra Mundial el crucero alemán Graf Spee fue hundido en Montevideo por su capitán para impedir que fuera apresado por los ingleses. Eulate murió en 1932 en Barcelona, donde se había instalado tras su retiro de la Armada. El Ayuntamiento de A Coruña le dedicó una calle en Riazor en 1943, en una zona donde existen varias vías que recuerdan a destacados marinos españoles. / J. M. Gutiérrez
Fue gobernador civil de Canarias durante la constitución del Cabildo de Tenerife.

[@msanchez4892]

Mi bisabuelo murió a bordo del acorazado Vizcaya.Poseo documentacion pero no se donde esta enterrado. Se llamaba Juan Núñez Valiño.

[@javierazpitarte3004]

Únicamente puntualizar que los buques de la escuadra española, bajo el mando del almirante Cervera, no estaban construidos en madera (si bien es cierto que la Armada, por aquellas fechas, aún tenía algunos buques con casco de madera y blindaje, por ejemplo en Filipinas, creo recordar que el crucero Castilla, entre otros). Se trataba, en todo caso, de buques con casco de acero, con independencia de que en aquella época continuara utilizándose la madera con bastante profusión, por ejemplo en el mobiliario, la decoración de la cámara del comandante, etc... Los cruceros-acorazados de la clase Vizcaya eran una evolución de la clase Orlando británica, si bien con mayor tonelaje y dimensiones y, desde luego, contaban con casco de acero. Asimismo, los dos destructores que intervinieron en la batalla, el Furor y el Plutón, eran modernos y contaban con casco de acero (aunque carecían de blindaje). Y, una de las taras que propiciaron (entre todo un cúmulo de factores añadidos) la inapelable derrota, fueron los problemas de disponibilidad de la artillería de calibre grueso en las grandes unidades españolas (p. ej., el crucero Cristóbal Colón iba sin montar sus piezas de mayor calibre, por diversos problemas en la adquisición de piezas defectuosas; El crucero Reina Mercedes, estacionado en Santiago de Cuba desde bastante tiempo antes del comienzo de las hostilidades, tenía desmontadas cuatro de sus piezas de 16 cm, que se emplazaron como baterías costeras, y no podía navegar por problemas en sus máquinas), además de la escasez de maquinistas experimentados que padecía por aquel entonces la Armada, y del inadecuado estado de mantenimiento de las máquinas de algunas unidades (entre otras causas, por problemas con la calidad del carbón). El caso del Vizcaya es llamativo, con su velocidad sustancialmente mermada al tener sucios los fondos. En suma, los buques modernos de la escuadra (que los había, los tres cruceros-acorazados) tenían algunos problemas de concepción, que sumados a todo un cúmulo de factores, propiciaron la pérdida total de la escuadra en aquel 3 de Julio de 1898 de infausto recuerdo, ante una escuadra enemiga más numerosa, con algunas unidades (no todas) más poderosas, y mejor abastecida. Resultan interesantes las conclusiones que recoge el Capitán de Navío D. Víctor M. Congas (que fue comandante del crucero-acorazado Infanta María Teresa) en su obra "La Escuadra del Almirante Cervera", así como los datos y factores que se apuntan en la obra "El Factor Olvidado", de D. Juan Bautista Buades Mercader, miembro de la Sociedad Gral. de Jefes y Oficiales de Máquinas de la Marina Mercante (2001).

[@garciavelert]

y sobre todo la traicion politica desde madrid España cuando es preparada y formada y mandada por buenos mandos aun siendo inferior en numero ha ganado batallas y guerras ahora ante la traicion camuflada contigo ya es mas dificil porque te cojen por la espalda individuos y corporaciones que creias a tu lado y claro la puñala no la ves venir hasta que te la clavan .

[@JustRememberWhoYoureWorkingFor]

Javier tienes toda la razón, por lo que he leído los barcos españoles también eran modernos, el problema era la falta de mantenimiento y de suministro, así como la falta de entrenamiento de las tripulaciones. Y por lo visto también la mala estrategia de guerra del gobierno español