Muy bien hecho. Enhorabuena. Lo toca con toda la tranquilidad de un maestro que ya ha llegado a comprender que el buen trabajo está en interpretar las instrucciones que da el compositor en la partitura y dejarse de florituras propias porque no tiene necesidad de demostrar nada para que se conozca su bien hacer y su eficiencia. Parece una cosa obvia, pero no son pocos quienes se pasan su vida entera sin llegar a este punto. Se necesita sabiduría adquirida a través de la experiencia. El que no tiene mucha experiencia es el público, aplaudiendo entre movimientos. Menos mal que el tercero ataca y no se enteran.