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Presentación del Catálogo de la exposición [CO] INCIDIR en Desván Blanco donde reúno, por primera vez, obras de distintas series, concretamente las cinco series trabajadas en estos últimos diez años. Planteo la muestra como una mirada atrás que evidencie la persistencia de ciertos planteamientos nucleares conformadores de un discurso o mirada personal y que “incide” permanentemente en los efectos o condicionantes al que dicho eje de pensamiento conduce. De la “coincidencia” de obras pertenecientes a dicha organización y de la “incidencia” en una serie de planteamientos básicos, surge el título de la muestra.
En la serie CONFÍN (2012-2014) abordo los espacios límites, como restos marginales a reafirmar y el estado de desecho en el que la modernidad ha convertido el mundo, en los que el horizonte se ha vaciado de su significado positivo para convertirse en otra faceta de la pesadilla, en una angustia universal.
En la serie PASSAROLA, sobre textos de José Saramago (2014-2022), me acerco a la obra del escritor portugués desde una dialéctica propia que se reconoce cercana, análoga en muchos aspectos, a la obra y pensamiento del escritor portugués en cuanto a compartir reflexiones, meditaciones e ideas que, tanto por boca de sus personajes como de la suya propia, sus textos reflejan sobre el mundo y el ser humano que lo habita, sobre el conflictivo pasado, el acelerado e irreflexivo presente y el ausente futuro.
El proyecto RE-SISTENCIA, donde el prefijo Re viene a reafirmar la necesidad del ser humano de aprender a acceder al misterio de su ser, de su propia realidad y, al tiempo, a estar abierto a otras realidades, las del resto de los seres vivos y el mundo, dio comienzo con la serie DES-SIGNACIÓN (2017-2019). Es, en esencia, un ejercicio de desprendimiento. Nuestra relación con las cosas, con otros seres y con el mundo viene cargada de signos, de designaciones que otros establecen, que el poder prescribe como verdades, significantes que terminamos por asumir como normas o leyes que, aún sin serlas en su totalidad, condicionan directamente tanto como ellas, pero solapadas.
Des-signar requiere situarse en un espacio virginal, como metáfora iniciática, el principio, estado salvaje, albor civilizatorio. Un espacio que nos permita re-escribir la propia historia, ahora más ligera, con cierto espíritu nómada. Menos sujeto a entidades “sagradas”, a conceptos por los que merezca la pena entregar la propia vida. A sabiendas de que el mundo no se puede cambiar, entre otras cosas porque el tiempo apremia, porque cada vez desde hace mucho tiempo es ya demasiado tarde, como dice Georges Perec, porque nada hace pensar lo contrario, queda, desde lo personal, crear un espacio ligero, leve, ingrávido, en continua transformación, sin pivotes fuertemente atados al suelo, sin determinismos e ídolos a los que guardar pleitesía.
EX-SISTENCIA, (2019…) persigue, más que aclarar, recuperar personalmente los medios tonos y las oscuridades que permitan distinguir algo allí donde los focos, los brillos y los reflejos todo lo uniformizan. Entendiendo la Sistencia como categoría ontológica que trata de las experiencias y expresiones del ser, Ex-sistir es estar fuera, lanzados al exterior, sin punto posible de apoyo interior, sin subjetividad, respondiendo automáticamente a los llamamientos externos, como seres irracionales, simples máquinas guiadas desde un control ausente, disfrazado de progreso, libertad y competitividad.
IN-SISTENCIA (2019…), por el contrario, es estar en sí, es alcanzar la plena conciencia de su ser y al propio tiempo la plena relación y situación con respecto a los demás entes (el exterior). Es volverse sobre sí mismo y desde ese núcleo crear la dirección a seguir, aquella en la que se debe proceder, el camino a seguir. Es un recogimiento imprescindible (un In-sistir) necesario para intentar alcanzar la libertad, pues ésta precisa salir de dentro hacia afuera.